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HISTORIAS PARA SER LEÍDAS
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Cangrejos, de Jean Paul Dutronc

Cangrejos, de Jean Paul Dutronc 1n113g

8/6/2021 · 25:20
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HISTORIAS PARA SER LEÍDAS

Descripción de Cangrejos, de Jean Paul Dutronc 393n6u

Le vigilaban, atisbaban con sus ojillos maléficos el más leve de sus movimientos...No podía dar crédito a lo que sus ojos veían, pero, sin duda, un ejército de cientos de miles de soldados acorazados habían invadido sus dominios y le tenían en estado de sitio. Un relato escrito bajo el seudónimo de Jean-Paul Dutronc, publicado en el año 1980. Atrapado, desnudo, mojado y sin poder comunicarse con nadie.... Te atrapará hasta el final!!. Muchas gracias una vez más a todos los Taberner@s Galácticos que apoyan este Podcast, hacéis posible que yo siga aquí. Abrazos desde las profundidades de Historias para ser Leídas. Historias para ser Leídas: https://twitter.com/HLeidas Voz: Olga Paraíso Suscríbete a nuestra Newsletter: https://www.getrevue.co/profile/historiasparaserleidas 📢Nuevo canal informativo en Telegram: https://t.me/historiasparaserleidas 🛑BIO Olga Paraíso: https://instabio.cc/Hleidas ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/552842 4j175x

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Cangrejos de jean paul titular le vigilaban atisba van con sus ojitos maléfica es el más leve de sus movimientos no podía dar crédito a lo que sus ojos veían pero sin duda un ejército de cientos de miles de soldados acordados habían invadido sus dominios y le tenían en estado de sitio de corrió las cortinas de la ducha y ya iba a poner un pie en el suelo cuando advirtió horrorizado que todo el suelo del cuarto de baño estaba lleno de cangrejos con el corazón palpitando curiosamente dentro de su pecho corrió de nuevo las cortinas de plástico y trató de serenar se no resultaba en absoluto razonable pero la verdad es que había podido comprobar por sus propios ojos que los dedos de sus pies rociaron inadvertida mente los caparazón es de aquellos crustáceos cientos de pinzas se abalanzaron anhela antes deseando hundirse en su carne se todos los ojos con las manos y después las paso por la humedad cabellera las gotas de agua comenzaban a secarse sobre su piel que se enfría rápidamente abriendo de nuevo el grifo dejo que el agua corriera sobre su cuerpo aplicó la ducha directamente encima de la nuca y sintió una agradable sensación de tibieza y una gratificante relajación sonrió para sus adentros y movió la cabeza negativamente considerando lo absurdo de aquella fugaz fantasía un casquillo le hizo volver a la realidad atisba por la abertura de la cortina vio vuelto ayer o y un extremo del armario situado junto al lavabo fue des corriendo la poco a poco y con cierta aprehensión dirigió la vista hacia el suelo allí estaban formando un inquieto estrato que se ondulados perezosa mente unos encima de otros se apoyaban los kangoo lejos que apenas advirtieron su presencia comenzaron a quitarse nerviosamente hasta el se elevó un murmullo de casquillos y cientos de pinzas se alzaron como implorando algo que ni quiso imaginar innumerables pares de ojos inquietantes cabezas negras de alfiler se agitaron para terminar con fluyendo en su persona cerro otra vez las cortinas recluido en la que el estrecho cubículo procuro serenar seguía afrontar con tranquilidad la insólita situación los cangrejos estaban allí aquella segunda ojeada había sido suficiente para apreciar que no se trataba de ninguna broma de su imaginación preguntarse de donde habían salido cuantos era o que esperaban no iba a conducir le a nada el suelo del cuarto de baño estaba plagado de cangrejos las pinzas de tales crustáceos podrían causar daño la aprehensión de su carne desnuda por parte de semejante número de fuertes tenaz podía producir la muerte tales serán los hechos dejando al margen por tanto cualquier consideración acerca del origen de aquellas trump botica situación lo único que debía interesarle era como salir de la bañera llevándola en el cuarto de baño sin que las pinzas de aquellos bichos hicieran presta en su cuerpo la puerta de estaba cerca de dos metros por lo que rechazó de inmediato la idea de correr alocada mente hacia ella suponiendo que tuviera la suerte de no ser apresado lo más probable era que sus pies sin resbalar sobre aquellos caparazón es y una vez en el suelo no habría nada que hacer incluso si conseguía alcanzar la puerta quien le decía que cientos o miles de inquietas patitas terminadas en fuertes pinzas nulidad guardaban anhela antes sobre el suelo del pasillo y del dormitorio desde el momento en que había sucedido lo que sus ojos estaban contemplando aquella situación podía hacerse extensible por la misma desquiciada lógica al resto de la casa estornudo varias veces las toallas estaban demasiado lejos para poder alcanzar las desde la bañera y si no quería atrapar un resfriado atroz la única solución era continuar luchando se de vez en cuando

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