El Bramadorio 37 - El Joven Dryas y5r1

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Un misterio diferente es posible.

Escucha los quejidos del bramadorio con Juan Antonio García Fernández.

Bienvenidos, amigos del misterio. Esto es el bramadorio.

El otro día, con motivo de relajarme un rato en mi sillón favorito, vi un documental que no conocía.

Fue uno de los temas que me gustaban.

Con muchas reservas, fui de los que vi algunos capítulos de las Leilígenas Ancestrales, una serie donde se empeñaban en que todo lo que había pasado era cosa de los extraterrestres, y, aunque entretenida, era más de lo mismo de las teorías de von Däniken.

Esta serie era de Grahan Harkov, uno de los llamados compilacionistas, según los historiadores, conformistas que piensan que es mejor quedarse con lo que ya se sabe, no sea que se descubra algo nuevo y toque currar para cambiar lo que ya se ha escrito.

Aunque este periodista, ese escritor, se pudiera considerar otro von Däniken, viendo sus argumentos, hay una gran diferencia.

En la serie, se habla de una civilización perdida, después de un desastre a nivel planetario conocido como el Joven Dríaz, hace unos 12.800 años.

La teoría del Dríaz reciente, o Joven Dríaz, apunta a un repentino enfriamiento del planeta, sobre todo del hemisferio norte, que dio lugar a una especie de cataclismo vegetal, animal y humano, hace 12.800 años.

Algunas teorías sostienen que este cambio se debió a la caída de un meteorito, y que afectó a todo el planista.

Existen estudios que revelan rasgos de la flotación del cometa en Norteamérica, Europa, Asia y Occidental.

Un cráter descubierto en Groenlandia en 2015 volvió a reabrir la idea.

Ahora, un nuevo estudio afirma haber encontrado los restos de este supuesto meteorito, hecho pedazos en la superficie de Chile, lo que podría significar una destrucción masiva también en el hemisferio sur de bosques por el fuego, cambio climático, reducción drástica de la población humana y extinción de megafauna en todo el planeta.

El nuevo descubrimiento de pruebas geológicas y paleontológicas concluye también en el hemisferio sur.

Descrito en la revista Natural Sciences Report, correspondió a un equipo liderado por el paleontólogo chileno Mario Pino, con presencia del profesor emérito de la Universidad de California de Santa Bárbara, James Kenner.

«Es mucho más extremo de lo que pensé cuando comencé esta investigación.

Cuando más trabajo hacemos, más intenso parece», afirma Kenner.

La verdad, que algunas cosas de este documental son bastante curiosas.

Hay una zona en el noroeste de Estados Unidos, en el estado de Washington, conocida como Channelerd Scandal.

Es un paisaje apocalíptico que ocupa 5.000 kilómetros cuadrados.

Un lugar que nos habla de un enorme cataclismo ya olvidado.

Tiene grandes marcas en las rocas, enormes socavones.

Hay una catarata fosilizada conocida como Dreyfus, catarata seca en inglés.

Es tan grande que es casi imposible conocer su escala.

Es solo parte de un inmenso barranco de cientos de metros de profundidad.

Tiene 80 kilómetros de largo y casi 5 de ancho.

Los científicos piensan que fue creado durante la última glaciación.

El geólogo Randall Carlson, que lleva de casa estudiando esta zona, asegura que no se puede negar que fue producido por una inundación de una magnitud inconcebible.

Se cree que todo el agua de esta inundación viene del lago Missula, una enorme masa de agua formada al borde de lo que fue el final de la capa glacial.

Este lago está bloqueado por una presa de hielo que explotó, lo que generó que el agua fuese con gran violencia hacia el noroeste.

Con una sola inundación no habría sido suficiente para provocar ese terreno.

Según dice, el lago se debió vaciar hasta 80 veces.

Parece una explicación un poco forzada, ¿no? Randall piensa que lo que provocó ese desastre tuvo que ser cuestión de una sola semana y que además de agua tuvieron que ser arrastrados enormes y severos.

Según este geólogo, si juntamos el volumen de agua de todos los ríos de la Tierra, había que multiplicarlo por 10 para alcanzar lo que pasó allí de golpe.