Bahía Cultural 25.02.2025 2o6f3x

Arco FM, 87.7 Dios te puso en esta tierra para llevarme a su cielo, pero tú no hiciste caso y me llevaste al infierno.

No quiero verte, y el día en que consigo no verte, no doy las gracias a Dios.

Maldigo mi mala suerte.

Muy buenos días, las 11 y 6 minutos en Arco FM.

Comienza Bahía Culturales.

Habla Luis Alberto Salcines.

Un placer para mí estar con todos ustedes y en el control técnico del sonido Karen.

He comenzado con unas a modo de coplas, que titula el autor Coplas que oí cantar cuando niño, de José Luis García Martín, el poeta y crítico literario.

Ha publicado estos últimos días el libro Aldea Nueva del Camino, que ha leído escopio personal.

Se trata de una serie de escritos que ha publicado García Martín en diferentes medios, periódicos y revistas, y que ahora aparecen reunidos en un libro que publica Bajamar, y que es una especie como de recuerdo, memoria, de los años de infancia de García Martín en Aldea Nueva del Camino, un pequeño pueblo de Cáceres.

Y recoge, entre otros poemas, estas coplas que como titula hoy cantar de cuando era niño.

Y así más vamos a hablar con el primer invitado de hoy.

Se trata de Juan Silió, un galerista de referencia no solamente en Cantabria, sino a nivel nacional.

Ya ha estado en nuestro programa en otras ocasiones, cuando llega sobre todo el mes de febrero o marzo, y llega a la feria de Arco. Tradicionalmente la feria era en marzo, después se hizo en los últimos años en febrero, y parece que ahora vuelve de nuevo a marzo la semana que viene, que es cuando comienza.

Juan, muy buenos días.

Hola, buenos días.

En primer lugar, darte las gracias por interrumpir un poco tu trabajo, para que nos cuentes un poco cómo has contemplado la presencia en Arco.

Una presencia que cuando uno mira para atrás, como tantas cosas, cuando tienen continuidad, te das cuenta de cómo pasa el tiempo.

¿Por qué? ¿Cuántas ediciones ya en Arco? Bueno, lo primero, gracias a vosotros por contar conmigo, por invitarme a participar en el programa.

Pues la verdad es que no lo tengo contado lo de cuántas veces hemos estado en Arco.

La primera vez fue en el año 91, que estaba mi padre al frente de la galería, y desde el 91 hasta ahora, yo creo que hemos fallado dos veces.

Así que, bueno, pues que unas, desde el 91, pues yo creo que unas 32 o una cosa así.

La costumbre y el hábito facilitan las cosas, pero ante una situación como esta, donde uno se juega tanto, no solamente el prestigio, la imagen, sino también un poco el dinero, ¿no? Porque esto, digamos, que no es una muestra cultural solamente, es preferentemente una muestra comercial y se trata de vender, evidentemente.

Entonces, es presentar una obra que sea atractiva, que al público le guste, pero de nada sirve si luego te vas para casa con la obra, ¿no? ¿Se sigue creando una tensión ante las expectativas de una nueva edición? Sí, por supuesto. Arco, desde luego, es una feria comercial, que el objetivo es vender, pero más allá de vender y de la venta que se realiza en la propia feria, la importancia de Arco va más allá, ¿no? O sea, hay muchas ventas que se cierran después de la feria o que ayudan a que la gente vaya conociendo la obra del artista, y luego la venta se produce igual un año después.

Pero, vamos, sin duda es una apuesta muy importante a nivel profesional de la galería y, por supuesto…