El asesino de virgenes - Daniel Camargo 3u3o10

Bienvenidos de nuevo a Mentes Dementes, el podcast donde exploramos los rincones más oscuros de la mente humana. En este tercer episodio de nuestra miniserie sobre los peores asesinos colombianos, nos adentramos en la vida de Daniel Camargo Barbosa, conocido como el asesino de vírgenes. Con más de 150 víctimas confirmadas, Camargo aterrorizó a Colombia y Ecuador durante las décadas de los 70s y 80s, secuestrando, violando y asesinando a niñas y adolescentes. Pero lo más impactante es que su historia tiene similitudes escalofriantes con otros dos monstruos que ya hemos analizado, Pedro Alonso López y Luis Alfredo Garavito.

Hoy no solo exploraremos los crímenes de Camargo, sino que también compararemos su perfil psicológico, su modus operandi y el contexto social que permitió que estos tres asesinos operaran con impunidad. Además, reflexionaremos sobre cómo décadas después casos similares siguen ocurriendo en Colombia. Prepárense porque este episodio los dejará pensando en cómo nuestra sociedad permite que estos monstruos existan. Imaginen esto, es una tarde soleada en un pueblo rural de Colombia. Una niña de 12 años camina por un sendero polvoriento.

Llevando una canasta con flores, va camino a su casa, como cualquier otro día. De repente un hombre se acerca a ella. No parece peligroso, lleva ropa sencilla y una sonrisa amable.

El hombre le habla a la niña con calma, preguntándole si quiere ganar algo de dinero para ayudar a su familia. La niña, inocente y curiosa, acepta. El hombre la lleva a un lugar aislado, lejos de miradas curiosas. Allí la verdadera naturaleza del monstruo sale a la luz. El hombre ata a la niña con una cuerda, mientras ella grita y llora, rogando por su vida. Pero el hombre no muestra piedad.

Con una frialdad aterradora comienza a torturarla. La viola repetidamente, le corta la piel con una navaja y la estrangula lentamente, disfrutando de cada momento de sufrimiento. Cuando finalmente la niña muere, el hombre entierra su cuerpo en una fosa poco profunda, como si fuera basura. Luego se lava las manos en un río cercano, y regresa a su vida normal, como si nada hubiera pasado.

Este era el mouse operandi de Daniel Camargo Barbosa, un depredador que se aprovechaba de la inocencia y la vulnerabilidad de las niñas más pobres, aquellas que nadie extrañaba.

Pero lo más escalofriante es que este método no era exclusivo de él. Pedro Alonso López y Luis Alfredo Garavito operaban de manera casi idéntica. Secuestraban, violaban y asesinaban a niñas de entre ocho y doce años, enterrando sus cuerpos en fosas poco profundas.

Tres monstruos, tres historias, pero un mismo patrón. La explotación de los más vulnerables en una sociedad que los ignoraba. Daniel Camargo Barbosa nació en 1930 en Anolaima, Cundinamarca, un pueblo rural marcado por la pobreza y la violencia. Su infancia fue un infierno. Camargo creció en un hogar disfuncional, con un padre violento y alcohólico que lo golpeaba constantemente. Su madre biológica murió cuando él era muy joven y su padre se casó con una mujer.