Aryness Joy Wickens y el amorodio por la Estadística 3e1b6b

Atención, lo que vas a escuchar ahora es completamente cierto.

Hola mundo, dijo Arinés Joey Weekens.

Hasta entonces había evitado las matemáticas como la plaga, pero tuve que enseñar estadística de modo que aprendí matemáticas por las duras y me he ganado la vida trabajando en estadística desde entonces.

Con esto empezamos Raíz de 5.

Raíz de 5, el programa más hipotenuso de la radio.

Hola, hola, estamos aquí en este programa de matemáticas.

Bienvenido, bienvenida.

Buenas tardes.

Si estás aquí en directo en Radio 5 Toda Noticias, qué bien.

Estamos de domingo.

Si no, si estás en el podcast, pues también qué bien.

Te recibimos.

Los matemáticos, las matemáticas.

Hoy vamos a hablar mucho de matemáticas en femenino.

Y siempre te están esperando.

No es un tren que se te escapó en su día.

No es una aquella cosa que te quiere hacer la vida imposible.

Ya habéis escuchado a Arinés Joey Weekens.

No le gustaban las matemáticas.

Oh, sorpresa.

Sabéis que mucha gente, el patito feo de la asesinatura, está diagnosticado, está estudiado, vamos a decir, no es diagnóstico médico, pero está comprobado que a partir de sexto de primaria hay una divergencia de sensaciones con las matemáticas.

Se marca ese momento y hay muchas teorías.

Se habla de que es el momento donde el ser humano ya va cambiando hormonalmente y con inquietudes varias.

Pero también se marca un momento donde enseñar matemáticas se vuelve algo más mecánico.

Ya no es tan creativo.

Ya no jugas con los numericos y decirle a tu padre o a tu madre, oye, ¿qué número va después del 21? ¿El 22? ¿Y el siguiente que es Capicúa después del 22? Pues es que lleva un 3 y un 3.

Jugar con los números es el primer acercamiento a la abstracción.

Y a todos, los niños y niñas, les gustan las matemáticas.

A todos y todas.

Pero llega un momento que hay una divergencia y a veces esa separación se vuelve eterna.

Y no vuelve nunca.

En muchos casos.

Yo os invito siempre que cuando conozcáis un caso de estos le digáis que las matemáticas siguen estando ahí en la estación de tren o autobús o avión, donde tú quieras, te están esperando.

No se han ido.

No hay una torre de marfil que nunca conseguiréis alcanzar.

No es cosa de superinteligentes.

Es un pensamiento que forma parte de la cultura.

Así que voy a intentar hacer de abogado del diablo mucho tiempo.

Lo que sí está diagnosticado es la ansiedad matemática.

No a nivel médico, pero a nivel del informe PISA.

El informe PISA ya habla de ansiedad matemática, que le provoca a mucha gente.

Otros psicólogos hablan de autoindefensión adquirida.

Hay gente que de repente las mira.

Las matemáticas le miran, le devuelven la mirada.

Y esa persona huye de esa mirada.

Y dice, no, no, no.

Esto no es para mí.

Yo soy de letras.

Aquí intentamos evitarlo.

Este programa, como sabéis, se llama Raíz de Cinco.

Es un programa muy hipotenuso.

El más, decimos siempre.

Y lo formamos hoy aquí un cateto, un humilde cateto como yo, Santi García Cremades.

Hola.

Y aquí Alejandra García, que está haciendo...

¿Qué símbolos es? Es un triángulo, isósceles.

Me gusta.

Y rectángulo, muy bien.

El mundo es imperfecto, Alejandra.

Ahí está a los mandos, muy cateta también.

Sobre todo aquí.

Los domingos es que estamos para lo que...

Dicen que...

¿Por qué no? Esto es muy de coach.

¿Por qué los domingos estamos más tristes que los viernes? Porque anticipamos el futuro.

Hoy vamos a hablar un poquito de esto, de estadística.

La estadística es la ciencia del error, la ciencia de la aproximación, la culpable de que matemáticas ya no se llame como carrera ciencias exactas.

Antes se decía carrera de exactas, ahora no.

Ahora se llama carrera de matemáticas, porque existe la estadística.

Y es un mundo aproximado, no es exacto.

Estamos en la dicotomía esta de que hay que elegir entre el mundo de lo teórico y lo práctico, lo divino y lo humano.

Vamos a ponernos platónicos.

De las ideas, el de lo sensible.

Y en medio, a caballo, vive la estadística, saltando de vez en cuando al mundo de las ideas, aproximándolo al mundo de lo tangible, de lo experimental.

Y como hay fallos, el triángulo que ha hecho Alejandro no era perfecto.