Alas de guerra: Brujas de la Noche 5s122u

Hola a todos, bienvenidos a un capítulo más de Huellas de la Historia.

Hoy, en la oscuridad de la Segunda Guerra Mundial, mientras los cielos se llenaban de aviones enemigos y el rugir de las batallas extendía por Europa, un grupo de mujeres valientes desafiaba todas las expectativas.

Conocidas como las Brujas de la Noche, ellas no sólo combatieron contra el ejército nazi, sino que también desmantelaron mitos sobre lo que una mujer podía hacer en tiempos de guerra.

Eran jóvenes, temerarias, audaces y volaban en aviones ligeros y obsoletos, armadas sólo con bombas de pequeñas dimensiones y una voluntad de acero.

Hoy, en este episodio, vamos a descubrir la historia de estas heroínas del aire que cambiaron el curso de la guerra.

Arrancamos.

La URSS en peligro.

En junio de 1941, los nazis lanzaron la Operación Barbaroja para conquistar la URSS.

El objetivo era claro, destruir la Unión Soviética y tomar el control de los vastos recursos naturales de los territorios soviéticos, en particular el petróleo de la región del Cáucaso y de las zonas agrícolas en Ucrania.

Hitler quería acabar con el comunismo y destruir la URSS como una potencia militar, lo que también formaba parte de su ideología de la lucha racial contra los pueblos eslavos, a quienes consideraba inferiores.

A su vez, la invasión tenía la intención de expandir el Tercer Reich en el Este.

La URSS fue cogida por sorpresa y se encontraba en una situación desesperada.

La superioridad técnica y aérea de los nazis era incuestionable.

Aunque la invasión fue inicialmente exitosa para los nazis, la resistencia soviética no tardó en reorganizarse.

A medida que las fuerzas alemanas adentraban en territorio soviético, el Ejército Rojo, junto a la población civil, comenzó a implementar una guerra de desgaste, una estrategia de resistencia constante que incluía tácticas de guerra de guerrillas y la destrucción de infraestructuras clave.

La Wehrmacht, las fuerzas armadas de la Alemania nazi, se encontraba a pocos kilómetros de la capital soviética.

Los rumores sobre la cercanía de los blindados alemanes, las corridas, los lencios y la confusión de las familias enteras se refugiaban.

Todo ello constituía la imagen de Moscú acechada por el enemigo.

Pero no todo era miedo y confusión.

Organización La aviación soviética no podía competir con la de la Alemania nazi, superior y avasallante desde varios puntos de vista.

Pero en toda guerra, la mejor tecnología, armamento y formación militar no bastan para el triunfo.

El factor moral político puede ser determinante.

Ante tal carencia de medios, Stalin decretó una orden el 8 de octubre de 1941 para que las mujeres soviéticas fueran a la guerra.

Más de un millón de ellas respondieron a la llamada, como francotiradoras, zapadoras y tanquistas.

Aunque las mujeres soviéticas ya habían tenido roles activos en la Primera Guerra Mundial y durante las revoluciones, en la Segunda Guerra Mundial desempeñaron un papel fundamental en casi todos los aspectos del esfuerzo bélico, desde la producción en fábricas hasta el combate directo.

Marina Raskova, oficial del Ejército Rojo, agente del NKVD, precursora del KGB y una experimentada e reconocida instructora de vuelo, había sido la pionera de la aviación femenina, pulverizando varios récords de vuelos sin escalas.

En 1938 participó, junto a otras grandes pilotos como Polina Osipenko y Vera Lomarco, de un vuelo desde Sebastopol, Crimea a Arjangelsk, en el Ártico.

¿Por qué no mujeres zapadoras, tanquistas, etc.? ¿Por qué no mujeres aviadoras? Stalin, que tenía buenas relaciones con Marina, accedió a su petición y se crearon tres regimientos femeninos de combate aéreo.

La División 586 y la División 586.

La División 586