Al amigo que no me salvó la vida, de Hervé Guibert p2820

Si yo volviera al aceite, lo bruto, o lo virgen del carne, yo marijón.

Álvaro Llamas.

¿Qué tal? Bienvenido a Marica Páginas.

Pues bien hallado.

Este espacio donde hoy nos estamos llamando un café.

Un café, sí, sí, que yo lo necesitaba.

Para despertar.

¿Qué tal tu visita así fugaz y orgullosa, Mari? Pues desde ayer no paro, o sea, y creo que no voy a parar en los próximos días, así que… Bueno, eso viene en una Madrid, ¿no? Eso viene en una Madrid, sí.

A no parar.

Pues nos vamos a reunir hoy en torno a un libro que fue propuesta tuya.

Sí.

Porque en el último Marica Páginas la invitada fue, por supuesto, Weldon Pendleton.

Y un poco la intención era ver si podía tenernos a las dos resacas en un podcast del que soy muy fan.

Claro.

Porque, bueno, voy camino de ser ese maricón crepuscular, por supuesto, estoy más cerca ya de eso que de la generación Z o lo que venga después.

Todavía te queda.

Que ya no sé, me queda un poquito.

Y claro, me encanta esa dinámica vuestra, pero, como tú estás ahora mismo viviendo en Jerez, ¿verdad? Pues hemos esperado una mejor ocasión para vernos aquí las caras, tocarnos, rozarnos y… Claro, mucho mejor.

En torno a la literatura marica, que es lo que nos alimenta, yo creo que en tu caso, tanto como en el mío, seguro.

Sí, sí, muchísimo.

De siempre.

¿Recuerdas esas primeras lecturas donde uno…? Pues sí, yo además he ido como por el clasicismo marica, ¿no? O sea, quiero decir… El canon, ¿no? El canon, el canon.

Fíjate que yo creo que el libro que a mí me impresionó más cuando leí cuando tenía, pues no sé, 15 años a lo mejor, fue El retrato de Dorian Gray, que es una historia muy marica en realidad.

Sí.

A pesar de que luego te la venden como un cuento de ciencia ficción, ¿no? Y esa lectura pues me llevó a Todo Wild, y de Todo Wild, pues a ver, en aquella época pues también podía leer a Terensi, claro, eran esos años.

Luis Antonio Villena también, del que fui muy fan en una época.

Y bueno, ya sabes que estos escritores estaban llevando a otros, ¿no? Unos libros estaban llevando a otros y al final, pues… Se acaba uno formando su constelación… Totalmente, totalmente.

De grandes maricas.

De grandes maricas, sí.

Y sí, fíjate, no sé, a mí ya te digo, El retrato de Dorian Gray yo creo que fue el primer libro que me dijo a mí, uy… Fíjate que yo lo leí, quizá lo leí demasiado pequeño porque era… yo recuerdo que era esto, en fin, las cosas de la vida, ¿no? Estaban emitiendo esa reposición del 1, 2, 3 que duró tan poco tiempo, ya en los 2000, con Luis… Que yo ya casi no la vi esa.

La Rodera, Luis Rodera… Sí, sí, este señor.

Era este chico de Zaragoza.

Sí, sí, sí.

Y era 1, 2, 3 a leer esta vez.

Ah, es verdad.

Y entonces la temática de cada programa era un clásico de la literatura.

Entonces yo recuerdo leer Frankenstein, Drácula, cosas así, y una semana era El retrato de Dorian Gray.

Entonces lo leí, pues yo creo que tendría 12 años, 13 años, entonces yo sinceramente no me enteré de nada.

No te enteraste de nada.

De nada.

Y luego, un par de años más tarde, que es verdad que cambia una cosa, de los 13 a los 15… Sí, ahí hay una frontera invisible… Hay un despertar.

Sí, potente.

En muchos aspectos.

Potente, sí.

Y a mí el libro me impresionó muchísimo y fíjate que es un libro canónico, ¿no? Porque al final Oscar Wilde ya es canónico, o sea, es… Vamos, es el canon por excelencia, el inicio del canon casi por excelencia, aunque eso habría que discutirlo, ¿no? Sí, sí, sí.

Bueno, que sí, que es un personaje muy marica, evidentemente, El retrato de Dorian Gray lo es muchísimo y, bueno, pues ahí, pues eso, unos libros me llevaron a otros, como siempre pasa.

Y sí, siempre he estado leyendo literatura marica porque me interesa, vamos.

Y te estrenas como gran autor en Brever, ¿no? Bueno, sí, que vi que hablasteis de eso… Sí, sí, se desveló aquella… Sí, sí, sí.

Pues, hijo mío, estoy muy contento, la verdad, posiblemente el libro salga en octubre, ayer de hecho me reuní con mis editores y, bueno, pues a ver qué tal, a ver qué tal.

Podemos desvelar algo… Yo no sé… ¿Somos mejores amigos del misterio? Sí, amigos del misterio, sí, sí.

Vale, vale.

Álvaro Llamas, Niños Gratis, otoño, 2022, lo dejamos ahí.

Sí, sí, lo dejamos ahí.

Pues, hablando con Álvaro, yo le dije, cuando vengas a Madrid, chulona mía, resérvame una tarde para un maricapáginas.

Y claro, con él…