ADVERTENCIA DE ABRIL DE 2020, EL CORONAVIRUS SE ESTÁ UTILIZANDO PARA CONTROLARNOS. 3d1t3v

Advertencia de abril de 2020. El coronavirus se está utilizando para controlarnos. Fuente Diex Posay. Al publicar el guión de un vídeo que publicó el 28 de abril de 2020 el Dr. Berlán Kohama, nos recuerda lo que estaba sucediendo en ese momento y hacia donde se dirigía todo. Nada sobre la COVID-19 fue como lo presentaron el gobierno británico y los medios corporativos. Había intenciones ocultas.

Relacionado, el Dr. Berlán Kohama se reunió con Richie Allen el 17 de mayo de 2025 para hablar sobre su libro El fin de la medicina. Muerte por médico. Por qué y cómo ahora se paga a los médicos por matar a sus pacientes. En este libro el Dr. Kohama describe cómo la comunidad médica ha decidido que para protegernos del calentamiento global los médicos deben abandonar las prácticas establecidas y su deber de cuidar a los pacientes. Berlán cree que millones de personas morirán debido a estos cambios. Puede escuchar al Dr. Kohama en The Richie Allen Show, un programa de radio digital y podcast del Reino Unido presentado por Richie Allen. Agendas ocultas por el Dr. Berlán Kohama.

El artículo a continuación se publicó en berlancohama.com el 28 de abril de 2020. Era el guión de un vídeo que por supuesto YouTube eliminó. Creo que cualquiera que siga haciendo vídeos para YouTube cuenta con la aprobación de los gobiernos y la industria farmacéutica internacional y está ayudando a sostener una de las organizaciones más censuradoras, opresivas y peligrosas de la historia. YouTube incluso eliminó un vídeo en el que lo criticaba por eliminar vídeos.

Voy a hacer un inciso aquí del documento que estamos tratando de grabar para que veáis una noticia relacionada, fechada el 12 de mayo. Con una foto de Wunderland. Dice la Comisión Europea lleva a cinco países ante la justicia por no controlar suficientemente las redes sociales. O sea, esto es de la Comisión Europea, que les viene muy bien a todos ellos lo de comisión, porque son unos comisionistas de tomo y lomo, pero no del 3% no, de millones de millones.

En fin, entre esos países que quieren multar o llevar al tribunal está España claro. Para que veamos a qué nivel de libertad nos encaminan toda esta gentuza que nada más quieren que vernos presos a todos. Si no es una ciudad de 15 minutos en un campo de concentración global en el que, vamos, 1984 de George Orwell se queda corto.

Todavía acabaremos viendo sonrojarse en sus tumbas a Stalin y a Mao. Tiempo al tiempo.

Sigamos. No estaría tan convencido de que el coronavirus se está utilizando para controlarnos si no fuera porque nuestra libertad y nuestra libertad de expresión han sido completamente destrozadas. Y, por supuesto, ningún gobierno en ningún lugar podría ser tan inepto como aparecen ser los gobiernos actuales, a menos que hubiera un motivo oculto. Un resultado claro del confinamiento y la propaganda extraordinariamente engañosa sobre el coronavirus ha sido enfrentar a las personas entre sí.

De hecho, la policía ha estado pidiendo de la gente que los llame con información sobre vecinos que puedan haber infringido las vagas leyes sobre ejercicio o compras. Peor aún, la policía ha pedido a los ciudadanos una bonita palabra anticuada porque, aunque quieren que seamos prisioneros esclavos, seguimos siendo ciudadanos. Que denuncia inmaterial en redes sociales que pueda radicalizar a la población. Radicalizar entrecomillado.

De hecho, el otro día leí sobre una mujer desafortunada que fue señalada y avergonzada por su comunidad por no haber salido a la calle a aplaudir a los sanitarios a la hora indicada.

Accidentalmente me perdí una ruta de un solo sentido en un supermercado y fui objeto de abusos.

Esto ahora parece ser algo común. Orwell lo previó todo. Él también lo sabe.

Cuando todos desconfiamos unos de otros, hay poco riesgo de rebelión real por parte de quienes desean compartir verdades, pero los temenosos se enfrentarán entre sí como ratas acorraladas.

El arresto domiciliario de millones de personas ha convertido a muchos en reclusos a largo plazo.

Las personas que han sido obligadas a aislarse durante un largo periodo a menudo tienen dificultades para adaptarse a una sociedad normal. Bueno, ¿normal? ¿Qué es normal? La ventaja para las autoridades es que los reclusos son temenosos y obedientes.