A Quemarropa FlixOlé (88): Historias de la televisión 4d3g3x

¡Hola a todos! ¿Qué tal estáis? Poneos cómodos que estáis a punto de disfrutar de una nueva entrega de Camaropa al Flixole, el spin-off de Camaropa Podcast en el que abordamos lo más interesante de Flixole, la plataforma online del cine español.

Asegurándonos de que todo esté en su sitio y a temperatura perfecta para la ocasión, invitamos los dos responsables del proyecto, Tonio de la Larcón y Roberto Morato.

¿Qué tal Roberto? Hola, ¿qué tal Tonio? Hola, ¿qué tal? Como siempre, a nuestros queridos oyentes de A Camaropa a Flixole, este spin-off de la versión de A Camaropa donde tratamos lo mejor del cine español y sobre todo lo mejor que nos ofrece la plataforma Flixole.

De hecho dentro del ciclo en el aire, radio y televisión en el cine que Flixole ofrece dentro de su programación de mayo, se incluye un estreno dentro de la plataforma como es Historias de la Televisión, una película con la cual su director José Luis Saez de Heredia quiso completar un díptico junto a la anterior Historias de la Radio, como que ella es una comedia amable dividida en historias más o menos independientes y además de tener un casting de actores estupendo, encabezado por Concha Velasco y Tony Leblanc, cuenta con una banda sonorada de Augusto Alguero que incluía un grandísimo hit como La Chica Yeye.

Desde que el hombre tuvo la feliz idea de inventar el tejado, la humanidad se ha esforzado en adornar el invento con los más variados artificios.

Con picos remangados como los chinos para expulsar por ellos los espíritus del mal, en forma de cebolla como las cúpulas bizantinas y en afiladas agujas dirigidas en oración urgente al cielo como las catedrales góticas.

En pleno siglo de las luces, un tal Franklin colocó en los tejados el pararrayos.

A principios de este siglo nuestro apareció en los tejados otro artilugio también feo que hizo la felicidad de las mujeres por duplicado, porque además de poder usarlo para tender la ropa, les permitía oír a Carlos Gardel sin salir de la cocina.

Y como ya quedaba suficientemente probada la capacidad de los tejados para dejarse poner encima cosas feas, hace unos años le colocaron esto.

Por medio de este escuálido árbol de azotea se nos metía en casa con escalo, como los seductores del folletín, un fenómeno extraño y fascinante, la televisión.

Dentro de todo lo que tiene que ofrecer Flexolé en el ciclo, en el aire, radio y televisión en el cine, no solo encontraréis historias de la radio, sino también películas que exploran los grandes medios de comunicación como La Gran Mentira, 1, 2, 3 al escondite inglés, Solos en la Madrugada o El Grito en el Cielo, entre otras.

Flexolé es la plataforma online donde podéis disfrutar de todos los grandes clásicos del cine español remasterizados y en alta definición.

Por 399€ al mes o 39,99€ si preferís la suscripción anual, tendréis al mejor catálogo de cine español de todos los tiempos.

Flexolé.

Y mucho más.

Bueno, si hay que hablar de historias de la radio y historias de la televisión, hay que hablar inevitablemente de su director, de José Luis Sáenz de Heredia, un director pues que es inevitablemente polémico por sus simpatías y por sus grandes amores, sobre todo porque uno de sus grandes amores profesionales fue el propio Franco, no solo por haber sido el director de raza, la película que escribió, hizo de guionista, ejerció como guionista el propio Franco, sino también porque siempre ejerció un poco como director, podemos decir, más estimado del régimen oficial, no sé exactamente cómo calificarlo, no solo porque más adelante, a mediados de los 60, dirige un documental que no sé cómo calificar por todo lo que implica como es Franco ese hombre en el que intenta, es que solo el título ya es un poco...

Sí, sí, por eso, por eso me enraía.

Igual no el director oficial del régimen, pero sí que se podía decir que era el director oficialista, que suena un poquitín menos indecoroso.

Bueno, es que el propio, él mismo ya mayor y ya con la democracia impuesta, él reconocía que él trabajaba muy bien con Franco, que se veía muy bien y que no se arrepentía de haber trabajado codo con codo con él.

O sea que, teniendo en cuenta que en mitad de la guerra civil prácticamente cambió de bando, te puedes imaginar también el tipo de persona que era, que es más preocupada por el propio Saïd Heredia que por cualquier tipo de ideología.

Bueno, pero está claro que él, digamos, que no le daba igual y de hecho disfrutaba del poder, sobre todo del gran poder que le proporcionaba eso, porque más allá de lo que decía en el documental o lo que hizo en Raza, yo creo que una de las grandes anécdotas, unas anécdotas que yo creo que mejor definen la posición de Saïd Heredia dentro del régimen franquista, es lo que comentaba Fernando Fernández Gómez, que trabajó varias veces con Saïd Heredia.