
96 x ¿Es español o están conjurando hechizos? Descifrando el lenguaje de los abogados 3y4x5h
Descripción de 96 x ¿Es español o están conjurando hechizos? Descifrando el lenguaje de los abogados 36u4q
¿Alguna vez has leído un contrato y te has sentido como si estuvieras en clase de latín? ¿O has escuchado a un abogado soltar palabras como 'habeas corpus' o 'res judicata' y te has preguntado si están invocando una ley... o un hechizo? Bueno, estás en el lugar correcto. Hoy vamos a desentrañar los misterios del lenguaje legal para que, la próxima vez que hables con tu abogado, no acabes diciendo: 'Sí, sí, claro... pero ni idea de qué me estás hablando. El lenguaje legal tiene raíces antiguas. Viene de una mezcla de latín, derecho romano y términos extremadamente específicos creados para evitar ambigüedades. Básicamente, está diseñado para que nada quede sujeto a interpretación... aunque lo que consiguen muchas veces es que nadie entienda nada. Pero la complicación también viene a veces de querer garantizar que ciertas situaciones legales cubran TODOS los escenarios posibles. Por eso los abogados acaban escribiendo cosas como: 'El arrendatario, en tanto contratante del acuerdo estipulado previamente –y sus sucesores legales, en caso de fallecimiento– tendrá derecho...' ¿Y el vecino que lee esto? ¡Que alguien me lo dibuje, por favor! Con Carolina López de Pablo, profesora de CEIJ, analizamos este "libro de hechizos" que es el Derecho 😂. u1f2j
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Buenos días, buenas tardes, buenas noches, buenas madrugadas y aquí tenemos el ya sí último programa de esta temporada que vamos a grabar con la gran Carolina López de Pablo que me cae muy, muy, muy, muy bien y me encanta estar con ella.
¡Ay, qué bonito, Miguel! Hola, ¿qué tal? Lo he dicho antes off the records y dije, eso tienes que irlo grabando. Digo, si tuviera yo algún problema.
Yo encantada de estar aquí un día más, por supuesto.
Carolina, me encantas, de verdad.
Ay, gracias, Miguel. Tú a mí también.
¿Me invitas a una copa o algo? ¿Me vas a dar un anillo? No, no, no.
Se ha puesto colorado. Se ha puesto rojo, eh.
¡Ay, que se ha puesto rojo! Me he puesto colorado, me he puesto colorado.
Es de las sidras.
Ahora los anillos los cotizo más.
Ya los cotizo un poquito más.
A mí no me conquistan con anillos, ya lo sabes tú.
Ya lo sé, lo sé.
Hay que ser un poquito más duro.
A mí joyas no, joyas no.
Un poquito más duro.
Llévame en moto.
Bueno, este programa me va a gustar mucho.
Bueno, por cierto, este programa… Nos.
Nos va, bueno, yo creo que a ti también.
Por supuesto.
Es que yo, como dicen, que soy muy… ¿Cómo se llama? Ególatra.
No, pedante.
Porque es un programa… La pedantería.
Ególatra también me lo han dicho.
Entonces, es que me han llamado muchas cosas.
No pasa nada.
Hay una abogada contraria que… Hay una abogada contraria que me llamó retrasado.
¿Qué? Y estoy muy ofendido porque a mí me han llamado… ¿En un juicio? No, se equivocó.
La cagó la abogada contraria.
La abogada contraria mandó… ¿Qué dices? Un escrito mío, que ya llega por traslado de procuradores, un escrito mío, autorizaba… Daba unas fechas para entrar en una pericial, en la casa de mi cliente.
Y entonces le llega la abogada contraria, con la que ya había tenido discusión, y entonces cambió el nombre del PDF y lo llamó… Miguel Retrasado.
Escrito del abogado retrasado.
Y lo mandó al perito.
¿Qué dices, tío? Y su pobre perito no se dio cuenta.
Y me lo reenvía a mí diciendo… Muy buenas, he recibido… Según este escrito… Joder.
El pobre perito no tiene culpa ninguna.
Lo hizo sin querer darse cuenta.
Y luego me di cuenta.
Yo tardé en darme cuenta.
Y entonces me acuerdo que me reía mucho porque me sentó muy mal.
Porque digo, mira, me han llamado chulo, soberbio, sobrao, ególatra… Hostia, pero retrasado.
Retrasado.
Cualquiera que me mire… Retrasado, retrasado.
No lo veo, no lo veo.
Hay que tener mucho ojo con los nombres de los documentos.
Hay que ser muy triste que tú pierdas el tiempo.
Perdón, las palabrotas.
Que tú pierdas el tiempo en hacer eso me parece de vergüenza.
Lo digo de verdad.
Eso denota muchísimo resquemor.
Que poco se habla de la personalización de los abogados con sus clientes.
Me parece que están viviendo ellos el divorcio.
Es un tema de construcción.
¿Tú sabes por qué se enfadó? Porque le dio una clase de ontología.
Le darías un zaska a ese chino.
En algún momento me dijo que las comunicaciones que tenemos nosotros se las iba a aportar el juzgado.
Eso es de primero de carrera, tío.
Esto no funciona así.
De primero de ejercer.
Esto no funciona así.
Le dio una clase y la gente que le dé clases… Pero Miguel, yo ya te he dicho que a la gente… No le gusta que le des clases, ya lo sé.
No es que no le guste que le des clase, sino que si quieren que le des clase, que paguen por la clase.
¿Tú para qué vas a enseñarle a otra que no sabe de eso? Hombre, ¿para qué? Que te paguen.
Ya, pero es que encima se lo toman mal.
Pero eso es su problema, que se lo encajen.
Que vaya a terapia.
Muestro la tremenda indigencia mental que tienen.
Ese es el tema.
Miguel, creo que estoy pensando en sacarme psicología.
Es una carrera muy bonita.
Dentro de mi no tiempo, ya lo tengo pensado.
Perdona que te diga, se te daría muy bien.
Se me daría que flipas.
Porque tú, sin tener los conocimientos, tienes habilidades naturales, y lo digo en serio.
Naturales no son, ¿eh, Miguelín? Naturales sí que las tienes tú.
Que no son naturales, que eso lo he aprendido yo.
¿Por qué te crees? Porque tú escuchas muy bien, por ejemplo.
Y das una perspectiva muy buena a las cosas.
Es que hay que escuchar, señores.
Yo hubo una época que le contaba mis problemas.
Y digo, esto sale mejor.
Porque encima, lo que me gasto en psicólogo, se lo pago en cervezas.
Y salgo yo contento.
Claro, estupendo.
Y así nos conocimos.
Pues tampoco es así nos conocimos, porque yo tuve el tremendo honor de haberla dado clase.
Es una de las mejores alumnas que he tenido en toda mi carrera.
Mira, la realidad es, para que nos esté escuchando, la realidad es que yo… Estoy hablando de mí, no de ti.
Ah, de ti, vale.
Egolatra.
He tenido yo el tremendo honor.
Y pienso que eres de las mejores alumnas que he tenido nunca.
Eso no me lo puedes discutir, porque es mi vida.
Vale, vale.
Pero yo solo diré que, para los que no estuvieron en clase, yo me dedicaba a tocarle las narices en clase a todos.
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