
7-2. EL LIBRO DE LOS MUERTOS. PENDERGAST. PRESTON-CHILD 5u5c3w
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2ª PARTE DEL 7º LIBRO DE PENDERGAST. EL LIBRO DE LOS MUERTOS 3rl7
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Veinticinco de agosto giro el volante de la furgoneta de reparto de carne y pisó un poco el freno a la salida del bosque frente a él se erguía vermut un gran racimo de luces de sodio ganaba de un irreal color topacio el laberinto de muros torres y pabellones siguió frenando al acercarse a la primera verja junto a una serie de carta hueles que avisaban a los conductores de que tuviesen preparada la documentación y de que se le sometería a un registro a continuación había una lista de artículos prohibidos tan larga que ocupaba dos carteles desde fuegos artificiales a heroína respiró hondo intentando aplacar su nerviosismo no era la primera vez que entraba en una cárcel por supuesto pero hasta entonces siempre lo había hecho por motivos oficiales entrar así con una furgoneta por asuntos que no tenían absolutamente nada de oficiales era jugársela jugársela de ver edad se paró en la primera verja de tela metálica un vigilante salió de una garita y se acercó despacio con un portapapeles esta noche llegas muy temprano dijo da costa se encogió de hombros es que es la primera vez que vengo y he salido temprano por si me perdía el vigilante gruñó e introdujo la tabla por la ventanilla de agosto puso los documentos debajo de la pinza y se la devolvió el vigilante los hojeo con la punta de un bolígrafo asintiendo con la cabeza sabes cómo funciona la verdad es que no contestó de agosta sin mentir esto te lo devolverán a la salida enseña la identificación en el siguiente puesto de control vale la verja se abrió sobre sus ruedas traqueteando llagosta quitó el freno podía oír los latidos de su corazón según glyn todo estaba planeado al milímetro y había que reconocer que había sido muy fácil conseguir trabajo en la empresa cárnica con un nombre falso y lograr que le asignaran aquella ruta pero en realidad las reacciones de la gente eran imprevisibles en eso el desacuerdo entre agosta y linera total aquella aventura podía torcerse en menos que cantaba un gallo condujo hasta la segunda puerta también esta vez salió un vigilante identificación de agosto le tendió el falso carnet de conducir y la falsa autorización el vigilante los re piso nuevo si te orientas bueno si puedes recordármelo primero todo recto y luego a la derecha cuando veas la zona de descarga entra de culo por la primera puerta vale puedes bajar para controlar cómo descargan lo que no puedes tocar la mercancía o ayudar al personal de la cárcel nunca te apartes del vehículo cuando ya no quede nada para descargar tebas lo has entendido perfectamente el vigilante dijo unas palabras por una radio la última verja de tela metálica se abrió hacia arriba al cruzarla con la camioneta y girar a la derecha de agosto ha metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y sacó una inta de bourbon chevalier desenrosca el tapón bebió un poco y se lo pasó por toda la boca antes de tragárselo sintió el ardor del líquido en el esófago y en la barriga después de rociarse la chaqueta por si acaso se guardó la botella en el bolsillo llegó casi enseguida a la plataforma de descarga y se arrimó en marcha atrás lo esperaban dos hombres con mono que en cuanto abrió la puerta trasera empezaron a descargar las cajas de carne y las medias reses congeladas la costa los miraba con las manos en los bolsillos silbando desafinada mente miró furtivamente su reloj y se giró hacia un empleado oye aquí hay algún lavabo está prohibido lo siento es que tengo que ir va contra el reglamento el trabajador cargo dos caja de carne sobre sus hombros y desapareció por el fondo de agosto acorraló al siguiente oye es que tengo que ir en serio ya lo has oído va contra el reglamento vamos tío no me digas eso el trabajador dejó la caja en el suelo y miró un buen rato agosta con cara de cansancio cuando salgas puedes mear en el bosque vale levantó la caja es que no es solo mear no es mi problema se llevó la caja a hombros cuando volvió el primer hombre de agosta se interpuso en su camino y le soltó el aliento en la cara oye no es broma tengo que soltar una gorda y no puedo esperar el hombre se apartó arrugando la nariz y miró de reojo a su compañero a bebi que dijo de agosta belicosa mente que has dicho el hombre le aguanto tranquilamente la mirada he dicho que has bebido y una mierda se huele
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