66.- Éxitos inesperados y consecuencias inevitables. 6g394j

Hola, ¿qué tal? Lo primero es saludar. Cuando se va a los sitios hay que saludar. Si algo
aprendí de mi madre fue que cuando uno va a una casa hay que saludar, hay que comerse
todo lo que te pongan y dejarlo todo recogido cuando te vayas. Hoy vamos a empezar sin más
preámbulos porque hoy, bueno, pues no sé muy bien cómo describir lo que va a pasar
hoy. Hoy puede que se alcancen en este espacio cotas desconocidas de insustancialidad. Puede
que después de una hora va a haber mucho contenido, mucha metralleta, una persona hablando
un poco enloquecida, pero a lo mejor no se dice nada. A lo mejor hoy la experiencia va
a ser el equivalente a estar en la sala de espera de un ambulatorio. Hoy mi propósito
es contaros dos historias. ¿Por qué? No lo sabemos, ya lo he dicho. ¿Están conectadas?
No lo sabemos, pero son dos historias. Vamos a comenzar por la primera, obviamente.
En 1965 se va a estrenar una película en Estados Unidos, una película de Hollywood que trata
sobre una monja, una monja rebelde, una monja un poco inadaptada. Bueno, es una monja inadaptada
porque le gusta cantar. Cuando uno está en un convento las normas son muy estrictas. A esta
monja le gusta cantar y bailar e irse a la montaña a hacer el majadero porque están en Austria y hay
mucha montaña. Y un poco como castigo a esta monja la van a mandar a cuidar de los niños de una
familia, de una familia aristocrática, que es una familia numerosa y la madre se ha muerto. Podemos
imaginar por qué se ha muerto. Tiene una pila de hijos, pues se moriría en el parto. En aquella
época no había tele, así que tuvieron un montón de hijos y esta monja se pone a educar a los hijos,
eventualmente se enamora del padre y el padre se enamora de ella. Y además todo esto ocurre en el
contexto de la Alemania nazi. Alemania se va a anexionar a Austria en breve y esta familia no
está muy de acuerdo con los preceptos nazis, así que quiere huir de Austria. ¿Y cómo va a huir de
Austria? Pues va a huir de Austria cantando. Cantando, con la monja a la cabeza, cantando,
van a conseguir salvar la vida huyendo de Austria. Esta es la historia que se cuenta en The Sound of
Music, sonrisas y lágrimas, en España, en Iberoamérica, creo que se llamaba La Novicia Rebelde.
Esta es la historia que cuenta The Sound of Music, es una historia un poco... bueno,
a mí me gusta la película, pero así contada la historia dices, joder, hay que comulgar con
ruedas de molino para tragarse este guión. Pero el caso es que The Sound of Music tuvo
mucho éxito. En 1965 esta película se estrena y tuvo muchísimo éxito. Esta película costó 12 o
14 millones de dólares y recaudó 300 a la gente. Le encantó ver a una monja cantando,
huyendo de los nazis. Por lo que sea, el público norteamericano en aquella época le pareció muy
bien esta historia de la monja. Y en Hollywood, que son gente muy lista, Hollywood, gente muy lista,
Hollywood, oye, todos los genios van a trabajar a Hollywood. Dijeron, hostia, hemos hecho esta
película, ha tenido mucho éxito, ¿qué es lo siguiente que vamos a hacer? Pues repetir la
fórmula. Vamos a repetir la fórmula hasta que la odiéis. Vamos a daros esto hasta que vomitéis,
que es un poco como funciona Hollywood, como funcionan las productoras musicales. ¿Esto os
ha gustado? Pues os vais a cagar. Y efectivamente repiten la fórmula y hacen una nueva película,
un poco con los mismos mimbres. Hacen una película con la misma actriz protagonista,
con Yul Andrius, una película musical, Star. Y en 1968 se estrena esta película, Star,
que cuesta más o menos lo mismo que Sonrisas y lágrimas, pero que se va a comer la mierda.
Tres años después, al público, al mismo público que le había encantado Sonrisas y lágrimas,
pues no fue a ver Star, no fue a ver esta película. Esta película costó 10-12 millones y no recaudó
ni siquiera lo que se había invertido en la película. Un hombre ser después del hostión
que se pega a Star, del hostión que se pega a la película de Yul Andrius,