5x26 - AMIGA 500 - Un Sueño Hecho Realidad 5r6o2y

Estás escuchando un podcast miembro de la iniciativa Podgaming.

Con dos botones nace esta emoción, para saltar y vamos a jugar.

Llega y Don Quileto al pixel digital.

Señores, muchísimas gracias por estar aquí otro día con dos botones.

Un aplausito a todos vosotros que estáis aquí en el chat.

Muchas gracias a todas estas personas que os estáis suscribiendo.

A todas estas personas que queréis pasar un dominguito.

Como ha dicho antes por ahí un colega, Pisha, que le doy mil millones de besos.

Pisha Games World, que esto es una tarde de amigos.

Y esos amigos nos los traemos aquí para presentarlos.

Muchos de ustedes los conocéis.

Pero de verdad, a cada uno de vosotros que estáis aquí en el chat.

De verdad, muchísimas gracias por estar aquí con nosotros.

Nos traemos hoy un tema súper importante.

Yo creo que a todos nos va a remover ese interior nostálgico que tenemos nosotros.

Pero es que yo me traigo aquí a dos personas que son las indicadas para hacer esto.

Así que vamos a tratar hoy el tema de Amiga 500.

Este ordenador que tantas ilusiones repartió entre estos pequeños gremios de personas.

Que nos gustaban tanto y hablábamos tanto.

Así que señores, vamos a pasar a presentaros a las personas que se vienen con nosotros.

Vamos a dar un aplausito antes. Venga, vámonos con ellos.

Aplausito a mis niños.

A mis niños que los quiero, que los llamo.

Y cuando los llamo se vienen.

Son de verdad, son caramelitos.

Oye, vamos a empezar a presentaros.

De izquierda a derecha.

Tengo aquí al Navarro, que muchos lo conoceréis como Celes.

Muchísimas gracias por venirte.

Porque es que este tema era para venirte del tirón.

Picha, cuéntame Navarro.

Hace tiempo que no te vemos por aquí.

Es verdad, tío.

He estado súper ocupado con tantos cursos.

Estoy metido en mil cursos a la vez.

Qué bueno.

Me encanta la amiga, lo sabes.

Y te agradezco por haberme invitado.

He ido del tirón a por ti, a buscarte.

He dicho que vente para acá y tráete, digo, a gente.

Que pueda hablar del tema.

Y de verdad, tenemos aquí...

De verdad, le mando un pedazo de abrazo virtual que él lo sabe.

Que hace años que no nos vemos.

Es que esto es bonito.

Te vais contando durante el directo, vais escuchándolo.

Os presento al viejo, Picha.

A nuestro amigo Jesús.

Un pedazo de abrazo y gracias por venirte.

¿Qué tal? Buenas tardes.

Saludos a todo el mundo.

Muchas gracias por pensar en mí, en invitarme.

La verdad es que estoy bastante ilusionado con el tema.

Parece que es un domingo de los que vamos a Rastro.

Qué maravilloso.

Aquí se van a contar cosas muy bonitas.

Cuidado, ¿eh? Cosas muy bonitas, qué guay.

Que chulo.

Pues escúchame.

Ya que os tengo los dos aquí, nos vamos a traer un programa dedicado a Amiga 500, que me encantaría que los tres lleváramos un poco hacia donde tenemos que ir.

Entonces, vamos a empezar un poquito, que os quiero poner aquí un vídeo.

A todos los que estáis aquí, os quiero poner un vídeo para que veáis un poco de lo que vamos a hablar de este ordenador, ¿no? Que tuvimos la suerte muchas veces, como hablábamos con la gente, hemos pasado por consolas, hemos pasado por muchos momentos de videojuegos en nuestra vida.

Pero es que este ordenador, cuéntame Navarro, esto era muy especial.

Yo creo que llegó en un momento que a todos nos hizo mucha ilusión.

Cuéntame.

Es que la Amiga no es un ordenador normal y corriente, tío.

Yo creo que es como una filosofía.

La gente que tenía la Amiga iba por la calle contenta porque sabía que en ese momento era tener lo mejor en tu mano.

O sea, tú ibas a cualquier sitio y cualquiera que tuviese un ordenador como un PC o cualquier cosa así parecida, que todo el mundo tenía un ordenador de 8 bits, o un PC, y no había más.

Entonces, ¿qué pasa? Que tú te metías en tu casa y tú le decías a la gente que yo vente a mi casa, que te voy a enseñar un ordenador que me he comprado.

Y eso, la gente iba a tu casa y tú le metías el Shadow de Bea, le metías algún juego de estos cañeros, de los primeros, ¿eh? Los primeros que salieron.

Sí, sí, sí.

Y la gente alucinaba en colores, tío.

Y decías, pero tío, ¿esto lo hace el ordenador con este sonido? Tío, la gente se cagaba y se meaba encima, tío.

Te lo juro.

Te lo juro.