50 años de empresa familiar en Lanzarote 2p3x1f

Historias de Emprendimiento, un podcast de Diario de Lanzarote, con Pilar Esteban.

La conocida cadena de perfumería SAM se remonta al año 1969. Su fundador, Sam Dayaram, fue pionero en el sector de la perfumería en Canarias hasta crear una empresa familiar que actualmente regentan sus descendientes. Esta empresa destaca por los procesos de innovación y adopción de tecnología que la han llevado a ser caso de éxito de la red CIDE de la Agencia Canaria de Innovación.

Hoy, Sam Perfumes combina el comercio tradicional y la venta online de perfumería, cosmética, joyería y complementos. Además, en 2003 inauguró Blue Marine Suites, un pequeño hotel boutique de gran lujo en la avenida marítima de Arrecife. El lugar elegido para emprender esta nueva aventura empresarial no fue fruto del azar y es que precisamente allí, en la planta baja, fue donde se ubicó la primera tienda que abrió Sam Dayaram. Estamos con Roham Sam, a quien damos la bienvenida. ¿Cómo estás? Muy bien, muchas gracias por la invitación.

Pues hablábamos de que no fue fruto del azar. Esa tienda se abrió donde hoy se ubica el nuevo hotel Blue Marine Suites, el hotel boutique que supone haber vuelto al origen en Arrecife, al mismo lugar donde empezó su padre en el 69. Yo creo que al final fue un poco todo. Ahí es donde llegó mi padre. Mi padre cuando llegó de Lanzarote estaba trabajando en Tenerife. Su primer destino fue, bueno, se estaba alojando en el hotel Parador, en el antiguo Parador de Arrecife, y allí vio unas necesidades de los turistas que había y veían que los turistas no se llevaban un recuerdo. O sea, es como que no se podían llevar un recuerdo de Lanzarote y demás. Pues él vio esa oportunidad de negocio y todo empezó allí.

Es decir, desde el primer momento en el que él se quedó a dormir allí, a pasar sus vacaciones, hasta meses más tarde hablar con sus jefes para poder decir, oye, venga, aquí me quiero venir a vivir y quiero empezar o emprender en Lanzarote, en Arrecife, en un antiguo restaurante, una cafetería que se llamaba San Tropez. Él habló con el dueño, le pidió un localcito pequeño de 10-15 metros, donde en principio no lo piensas ahora y no cabe nada, no es posible. Pues ahí es donde empezó a arrancar y donde empezó a vender artículos de regalos, souvenirs, vídeos, un poco todo. Y ahí empezó a crecer, a crecer, a crecer y la verdad que muy bien. Además vino de vacaciones, como decías, y se enamoró de la isla. Sí, totalmente, totalmente. Él estaba en Tenerife, él al final, por fortuna o por desgracia, él era el mayor de toda la familia. Y bueno, pues un poco su obligación era mantener a su familia de la India y bueno, empezó los primeros años en Tenerife y luego vino, como decía, a Lanzarote, se enamoró de la isla y ahí empezó. Poco a poco fue creciendo, poco a poco fue trayendo a su familia para que le pudiesen echar una mano.

Pero también siempre me gusta decir un poco todo, porque no fue gracias a él solamente, sino un poco por la ayuda que tuvo aquí en Lanzarote, por cómo lo recibieron, por cómo lo trataron. Al final eran personas que venían expresamente solamente a trabajar, a mantener a su familia y eso yo creo que al final se juntaron como ciertos factores que hizo que él se enamorase de Lanzarote y de la gente de Lanzarote, por supuesto. Bueno, es una anécdota que me contó mi padre en su momento y la verdad que sí, la verdad que nunca se me ha olvidado. Y es verdad que él, cuando estaba en la tienda, en la tienda pequeña, que fue luego creciendo, antes te comentaba que era San Pedro Pérez, pues bueno, el ayuntamiento de Recife le dio la posibilidad de si quería coger el kiosco del antiguo Parador, de los antiguos del Parador, y nada, él incluso se estaba planteando poder abrirlo con los mismos artículos, los souvenirs, los vídeos, con cosas de Lanzarote.

Pero sí que es verdad que se acercó César Manrique y le comentó oye Sam, aquí lo ideal es que sea bisutería o artesanía de Lanzarote, algo local y demás. Bueno, no llegaron a un acuerdo, pero bueno, fue una anécdota graciosa porque ahí demuestra desde esa época la importancia y el valor y el buen hacer de César Manrique en ese momento. Se llevaba, por lo que tengo entendido, se llevaba muy bien, tenía muy buena relación. Conocí a alguien, me decías que él cuando se viene a España ya había toda una familia o una comunidad aquí en Canarias que le ayudaron un poco a llegar, porque en aquellos años había comunidades viniendo, familias viniendo de India aquí a España. Es verdad que eran pocos, es verdad que eran pocos y era una aventura. Al final se puede llegar a decir que no sabía dónde iba. Bueno, en este caso había una familia.