[41] "CHAKAX EL ÚLTIMO GUARDIÁN" Warhammer el Fin de Los Tiempos 4z1w3m

El objetivo de la tercera punta de asalto a Skaven era Slangwapek, la ciudad de las brumas.
Para pasar la misteriosa niebla que envolvía la metrópolis, el clan Pestilens había asignado dos vastas hordas a la tarea.
Cada una era dirigida por uno de los siete señores de la plaga,
y ambos comandantes llegaron a la ciudad desde una dirección diferente y con sus propios métodos para derrotar a la niebla mística.
Lord Screamanks era considerado un comandante duro y exigente, incluso para los Skaven,
que iraban el comportamiento insensible y egoísta más que cualquier otra raza.
Screamanks tenía la capacidad de exprimir al máximo rendimiento a sus legiones de miserables esclavos,
conduciendo a sus guerreros a resultados espectaculares.
Todos los líderes Skaven habían llegado a su posición sobre los cuerpos de sus rivales y subordinados,
pero Screamanks había escalado montañas enteras de muertos para llegar a la codiciada segunda posición dentro del clan Pestilens.
Él era el archisacerdote de la plaga.
De todos los señores de la plaga que sirven al señor de la descomposición Nurgleich, solo Lord Scrolk era más poderoso.
Incontables legiones de esclavos formaban en amplio frente, aunque los humildes parias tenían gran temor a las arremolinadas brumas,
ya que se rumoreaba que dentro vivían horrores, temían incluso más a sus supervisores.
Los látigos les golpeaban con frecuencia, y para un esclavo, ralentizar su ritmo ni por un instante,
tal vez pasando demasiado tiempo rascándose las picaduras de pulgas o recogiendo una costra, era invitar a un castigo horrible.
Con Screamanks y sus sacerdotes detrás de ellos, los esclavos irían a cualquier parte.
Ahora, encadenados y obligados a llevar iluminadores braseros,
las legiones de esclavos fueron empujadas hacia adelante a los bancos de densa niebla que rodeaban Slawnwapek.
Desde el norte, llegó otro tipo de ejército.
El Clan Pestilens era uno de los más activos y virulentos de todos los clanes Skaven,
y estaban siempre reclutando a otros para unirse a ellos en sus formas de culto a la enfermedad.
Estos clanes eran conocidos como la Hermandad Pestilente,
y eran ellos los que componían la mayor parte de la segunda fuerza que estaba atacando Slawnwapek.
Su líder era el fanático Señor de la Plaga, a cargo de traer nuevos iniciados de la infección al redil.
Él era Lord Bistroc, el esparcidor de la palabra.
A diferencia de muchos de los más ortodoxos del Clan Pestilens,
Lord Bistroc estaba abierto a la innovación.
Creía firmemente que todo tipo de armas y guerras debían ser empleadas para derrotar al enemigo,
no solo las señaladas en las escrituras oscuras del Libro de las Calamidades.
En tanto que el final fuera la corrupción, ¿qué importaba el método?
Sobre este principio, Bistroc había asentado su reputación, y por tanto, su vida.
Era su plan atravesar la barrera de brumas de Slawnwapek usando principalmente las ciencias arcanas.
Rikit, un ingeniero brujo de la poderosa casa rival del Clan Skryre,
había diseñado varios dispositivos ópticos que estaba seguro que permitían al portador penetrar la oscuridad mística que ocultaba Slawnwapek.
El ingeniero brujo llevaba él mismo, el mayor de estos artilleros,