#401 Space Hulk FINAL (Gave Thorpe) 1t1l4i

Space Hulk. Gabe Thorpe. Parte final.

Ofrecemos nuestra sangre al servicio de la humanidad.

Por la gloria del ángel, por la sangre de Baal, el emperador protege.

Tiempo de misión post-impacto, 48 minutos, 23 segundos.

A través de la neblina sanguinolienta de su visor, Deino vio a los robajenes lanzados a la carrera por el corredor que se extendía ante él, sin que nadie se interpusiera entre ellos y los contenedores de toxinas.

Un instante después, notó que el peso que llevaba a la espalda desaparecía, tras lo que los restos sanguinolientos de los robajenes golpearon con un sonido líquido en la cubierta frente a él.

Hubo más detonaciones de proyectiles Volters entre los alienígenas que avanzaban, abriendo enormes agujeros en su carne, reventando sus huesos y sus camarazones de kitina.

Una figura que le era familiar se acercó cojeando con su llameante Volter de asalto en una mano, y una brillante espada de potencia en la otra.

El exterminador disparó tras él, tras lo que se volvió para mirarle.

Reconoció su insignia.

En pie hermano, todavía queda mucha batalla por librar, rugió la voz del sargento Lorenzo a través de los altavoces de su casco.

Del ángel aprendemos a entregar hasta la última gota de nuestra sangre.

Tiempo de misión post-impacto, 51 minutos, 4 segundos.

El combate era un borrón de furia y dolor para Lorenzo.

Se mantuvo en la puerta que estaba justo frente a los tanques de toxinas dispuestos por los tecnomarines, y abatió y derribó a todos los enemigos que se le acercaban.

El sargento redirigió la potencia de muchos de los sistemas de su armadura para enviar energía hacia los brazos, sacrificando incluso los sistemas de soporte vital con tal de poder seguir luchando.

Aún así, los brazos le pesaban.

Sus dos corazones parecían estar a punto de hacer reventar sus costillas soldadas con adamantita, y sus pulmones ardían por la falta de aire.

Pero Lorenzo se mantuvo impertérrito en su defensa incansable.

El espíritu máquina de su armadura tampoco se rendía.

Los cadáveres se apilaban ante él, formando una tétrica barricada, forzándole a moverse de cuando en cuando para tener una línea de tiro clara.

Secuencia de contaminación completa, anunció el capitán Rafael tras lo que pareció una eternidad.

Tenemos la victoria al alcance de la mano, y la redención.

Mañana honraremos los nombres de los caídos.

Honramos a los hijos de Sanguinius.

Eterna gloria para los ángeles sangrientos que ya se encuentran junto al Primarca.

El ímpetu del asalto de los robajenes a la posición se redujo de forma considerable hasta cesar por completo.

Lorenzo tardó en darse cuenta de que el peligro inmediato había pasado.

No quería abandonar la posición que tanto le había costado defender a él y a sus camaradas.

Los análisis preliminares indican un cociente de mortalidad en el enemigo del 98%.

Hermanos, la venganza de los ángeles sangrientos es nuestra.

Golpead rápidamente y con intensidad.

Alcanzaremos la victoria a final.

Necesito tu enlace de comunicaciones, anunció Lorenzo por los altavoces exteriores a Deino, ya que su red de comunicaciones estaba inservible.

Deino abrió un en el brazo izquierdo de la armadura y extrajo un cable flexible que conectó a un puerto lateral del casco de Lorenzo.

Ya está, transmitiendo su señal, hermano Sargento.

Crepitó la voz de Deino en el oído de Lorenzo.

Hermano Rafael, tengo noticias importantes.

Afirmativo, Sargento Lorenzo.

Replicó el Capitán Rafael por el comunicador.

Mientras Aguelso le da por el precio, vi a un enemigo distinto.

Distinto a todos los que nos vemos.