
33. ¿Cómo ahorrarte todo el sufrimiento posible? 3b2gr
Descripción de 33. ¿Cómo ahorrarte todo el sufrimiento posible? 6jt3g
¿Cómo ahorrarte todo el sufrimiento posible? Seamos prácticas: ¿cómo hacemos para sufrir lo menos posible? Seamos realistas, y a resolver: ¿cómo aterrizamos la utopía en la práctica? 724j26
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
CAPÍTULO 33 ¿Cómo ahorrarte todo el sufrimiento posible? No hay fórmulas mágicas para no sufrir ante la pérdida de un ser querido, ni tampoco para hacer frente a la muerte o a la ruptura de una relación familiar, de amistad o de pareja.
Nos duele muchísimo separarnos de nuestros seres queridos, y ese dolor no nos lo quita nada ni nadie.
Pero sí es cierto que hay algunas cosas que puedes hacer para ahorrarte el sufrimiento innecesario.
Una de las más importantes es que tengas en cuenta que los duelos cuanto más cortos mejor.
No se pueden alargar indefinidamente.
Todos los duelos tienen un tiempo.
Segundo, aceptar que el amor no es eterno ni dura para siempre.
Cuesta mucho, pero así es.
Tercero, deja de luchar.
Asúmelo.
Acepta la derrota.
Lo que no puede ser, no puede ser.
Lo que no funciona, no funciona.
Cuatro, sé valiente.
Sé generosa.
Sé honesta.
Tú puedes.
Cinco, acepta la pérdida.
No luches más.
No te aferres al pasado.
Tienes todo el futuro por delante.
Seis, cuida tu autoestima.
No importa si tienes mil pretendientes o no tienes ninguno, si tienes una pareja o tienes varias o no tienes ninguna.
Tú vales lo mismo igual.
Eres maravillosa igualmente.
Siete, libérate de la culpa.
Recuerda que a las mujeres se nos culpa de todo para que no hagamos nada.
Ocho, quítate de la cabeza la idea de que has fracasado.
Fracaso es estar en una relación en la que no eres feliz y no te quieren.
Nueve, entrena cada día para ser más humilde.
Acepta lo inevitable.
No luches.
No te resistas.
Diez, aprende a soltar el control.
No podemos controlarlo todo.
Ni siquiera podemos tener el control sobre nosotras mismas.
Once, aprende a disfrutar del presente.
En el aquí y en el ahora.
Esta es tu vida y no tienes otra.
Doce, cuida tu red de amor.
Tengas o no tengas parejas, todo el tiempo tienes que cuidar a la gente que te quiere y que te cuida.
Es tu mayor tesoro.
Trece, pon los pies en la tierra.
Tenemos que estar súper lúcidas y ser realistas y ser muy prácticas para poder defendernos a nosotras mismas y para poder aceptar la realidad.
Catorce, sé generosa.
Si alguien no quiere estar a tu lado, déjale que se marche libre.
Catorce, romper no es un fracaso, es una liberación.
Empieza tu nueva vida.
Solo tienes que imaginar cómo quieres vivirla.
Quince, no hay culpables.
Si la otra persona no te quiere más, no te quiere más.
Si eres tú, eres tú.
Vamos a dejar de buscar los malos de la película.
Dieciséis, recuerda que el tiempo lo cura todo.
Diecisiete, piérdele el miedo al futuro.
Dieciocho, intenta despedirte con amor.
Y si no puedes, o cero.
Diecinueve, no te quedas sola.
Recuerda que estás rodeada de un montón de gente que te aprecia, te quiere y que te cuida.
La relación de pareja no es la única relación amorosa en tu vida.
Piensa que es una más.
Y veinte, cuídate mucho, todo el tiempo.
Si él no acepta la separación o intenta hacerte daño, olvídate de todos los puntos anteriores, aléjate y toma medidas de protección.
Ahora, para terminar, te voy a hablar de los ingredientes para poder pasar un duelo en las mejores condiciones.
Necesitamos mucho amor.
Mucha generosidad.
Capacidad para la empatía.
Un puñado grande de realismo.
Y dos de sentido común.
Grandes dosis de amor a una misma.
Un poquito de autocrítica.
Muchísima alegría de vivir.
Y todo espolvoreado con grandes dosis de agradecimiento por lo que hemos podido vivir en el pasado.
Si hemos sido felices.
Si no hemos sido felices, hay que echarle mucho azúcar moreno.
Y un poquito de miel.
Y mientras remueves la fórmula mágica lentamente, recuerda que, como decía mi abuela materna, no hay mal que por bien no venga.
Como decía mi abuela paterna, la paterna se está mejor soltera que mal acompañada.
Como dice mi madre, no hay mal que 100 años dure, ni cuerpo que lo resista.
Como decía Mercedes Sosa, cambia, todo cambia.
Y como dijo Chabela Vargas, nadie muere de amor, ni por exceso, ni por defecto.
Comentarios de 33. ¿Cómo ahorrarte todo el sufrimiento posible? 47594u