3. Paisaje tras los aranceles 4y6r2o

Hola, ¿qué tal estáis? La conversación de los europeos, dice George Steiner, se desarrolla en los cafés, como este en el que estamos en la ciudad de Bruselas en esta primavera avanzada ya. En los cafés hablamos en todos los idiomas. En francés, checo, alemán, polaco, italiano, portugués, en español... Dialogamos en distintas lenguas de lo que nos preocupa y la verdad es que nos entendemos a veces.

Lo importante es que lo intentamos. Esa es la idea que recoge Aspen Institute, generar una conversación útil, hablar entre distintos para encontrar buenas propuestas para vivir mejor, o al menos intentarlo. Hoy el mundo atraviesa un momento complejo de cambio. La idea de la globalización, tal y como la conocíamos, no sirve.

Trump, si finalmente consigue sortear el veto que le ha puesto la justicia de su país, está decidido a implicarse en una batalla comercial que cuestiona realmente el orden y la manera de construir las relaciones internacionales de los últimos años. Estados Unidos y China intensifican su rivalidad y la Unión Europea trata de encontrar su lugar en un planeta que no es de Venus y que cada vez parece más de Marte. Hoy abrimos nuestro tercer episodio del Café Aspen para tratar de saber qué ideas están detrás de este momento de confusión total. El paisaje que se vislumbra entre los aranceles. En el sonido Luis Blanco, en el micrófono Íñigo Alfonso, bienvenidos a los europeos.

Alicia García Herrero es economista jefe para Asia Pacífico del banco de inversión Natisis y es una gran conocedora de esta región. Nos atiende desde el sur de Taiwán. Alicia, muchas gracias por participar en esta conversación. Encantada. El presidente de Estados Unidos dice que su palabra preferida es arancel. Lanza una guerra comercial, la pone en pausa después. ¿Qué consecuencias crees que va a tener sobre la economía mundial esta etapa que ha abierto Donald Trump? Pues lo que se empieza y se deja, se abandona.

No es lo mismo que lo que no se empieza. Y me explico. Si Donald Trump no hubiera impuesto aranceles, pues probablemente, bueno, la economía americana se estaba desacelerando, la economía china no acababa de despertar, pero bueno, yo creo que habría sido, pues, más de lo mismo. ¿Qué problema ha habido? Que realmente ha intentado cambiar las reglas del juego, ¿no? Totalmente.

Y hacer muy difícil las exportaciones a Estados Unidos, no sólo de China, finalmente sólo de China, pero al principio de todo el mundo. Y no ha conseguido ni lo uno ni lo otro. ¿Y por qué no lo ha conseguido? Pues porque las consecuencias de cerrarte al mundo son masivas, como se ha tenido que... Seguro que se ha dado cuenta, no sólo porque todavía no la vemos, la inflación, pero sabemos que va a llegar, pero también por la escasez de bienes, que ya, digamos, se empezaba a reflejar a través de los grandes, no sólo productores, grandes empresas como Nike, como supermercados, en fin, de todo. Entonces yo creo que ahora, ¿qué ha ocurrido? Pues que Trump ha tenido que parar, de repente, hasta con China.

Y esto pues es una gran victoria para China, porque significa que Estados Unidos no puede parar esta dependencia brutal que tiene de las importaciones de China. Entonces yo creo que el problema de empezar algo tan fuerte es que, si te desinflas, ya no te quedan bazas.

Cualquier cosa que diga ahora Trump, desde el punto de vista de China, y yo creo que el resto del mundo también, es bueno. ¿Y qué? ¿Y realmente lo va a poder hacer? Entonces es muy preocupante, o sea, es bueno que se haya parado, pero es muy preocupante porque el mundo ahora ya no sabe qué puede hacer Trump que sea efectivo. Igual nada, o igual una locura mayor respecto a los aranceles. Por eso digo que yo creo que...