27- Folqueericas 323r2m

Divulgadoras de la Historia. Capítulo 27. Folclóricas. Nayara López de Munain.

Isabel Meyén, ¿qué tal? Se te queda aquí como...

Sí, se me ha quedado el Isabel aquí...

En la gargantica.

Sí, he tragado saliva, no sé por qué.

Pues ahí tienes ahí...

Algo atascado.

Algo atascado.

Tengo muchas cosas atascadas.

Como las tareas del hogar. Estoy en tu casa y aquí veo que falta pasar un poquito el polvo. Maja, ¿eh? No lo busques, no busques la brillantez de las encimeras. No lo hagas porque no las vas a encontrar, o sea...

Tante decente está el tema.

Está decente, está decente. Soy un poco injusta al decir eso.

Y es verdad que las tareas del hogar pues son ingratas y no siempre hay tiempo para ellas.

No, no suele haberlo, no.

Al final tenemos que recurrir al fin de semana y tal...

Que esto es un poco triste, ¿eh? Ya...

Estás toda la semana currando y el fin de semana, sábado a la mañana, que...

Pues a pasar el polvo y...

Menos mal que la gente se pone divulgadoras. Esto nos lo dice mucha gente.

Sí, sí, sí. Y además conscientemente decidíamos sacar nuestros episodios los sábados.

Porque sabemos que el sábado es el momento en el que todas tienen ese ratico muy ingrato de tener que hacer las tareas del hogar que han quedado pendientes de toda la semana.

Poner lavadoras...

Que no todo el mundo lo hace, que parece que lo ligamos, pero hay mucha gente que nos lo dice.

Sí, sí.

Muchas mujeres y también algún hombre nos ha dicho que le pilla con las tareas del hogar y que lo agradece y que está muy bien y deberían ser más.

Sí, sí, sí. Eso también nos dicen. No tenemos tiempo. Pero gracias.

Y claro, es verdad que nos dicen que se escucha mucho el podcast mientras estamos haciendo esas labores.

Pero claro, esto me viene un poco el recuerdo, ¿no? De cuando no existía el podcast, cuando no podíamos escuchar estas cosas que nos gustan, ¿no? Mientras hacemos esas tareas...

Pues acuérdate nuestras abuelas, ¿no? Que cantaban, por ejemplo.

Sí, coplas.

O se ponían la radio...

La radio yo creo que está muy asociada a eso.

Mira cómo va re pa casa ella.

No, pero es que me da como puedes hacer otras cosas mientras estás ahí con la escoba, ¿sabes? Esa excusa del hoy por hoy, servitoria, no para escuchar a Nayara López de Munay.

No tienes que hacerlo.

Pero quiero decir que la radio sí, o ponerte eso, pues...

Música.

Música, la copla has dicho, ¿no? Copla.

Claro, tu abuela me contabas antes...

Le gustaban ojos verdes.

Era coplera, sí.

Yo tengo el recuerdo de cuando mi abuela estaba en el hospital ya ingresada, ya con un pie en otro lugar, yo le ponía ojos verdes con el teléfono.

Qué bonita canción.

Le ponía ojos verdes, me llevaba ahí mi kit de masaje, le daba masajitos, le ponía así como aromas y le ponía ojos verdes, sí.

Entonces para mí la copla es eso.

Y también como una ola que una ruptura amorosa una vez me dio por escucharla.

Sí, ¿eh? Este detalle lo desconocía.

Me vino a buscar una amiga en coche, me acuerdo, y fuimos escuchando las dos y gritándola ahí en el coche, ahí como Thelma y Luis.

Yo te amo con la fuerza de los mares.

Qué bueno.

Sí, sí.

No te hacía yo, a ti también...

No, yo tampoco me hacía.

O sea, no sé por qué me dio por esa canción, pero me dio.

Sí, claro, es que es verdad.

Las rupturas amorosas suelen tener banda sonora.

Bueno, pues una de mis rupturas amorosas fue esa, la banda sonora.

Fue como una ola, fue rocio jurado.

Sí.

Qué bueno.

Claro, porque son canciones que al final, o sea, quieras o no, están ahí.

O sea, no tienes tú por qué ponerte en tu lista de Spotify la copla, pero las hemos mamado de alguna manera.

Están ahí presentes en el imaginario, las hemos escuchado en la radio, a nuestras abuelas, a nuestras madres.

Sí, y es verdad que yo creo...

Bueno, yo voy a hablar en primera persona.

Que yo he tenido una mirada un poco así de lao, colateral.

Ya.

En cierta manera a veces incluso despectiva.

Pero es que luego si pones la lúpica cerca, tela, ¿eh? Ya, ya, porque es verdad que claro, como mujeres norteñas que somos, sobre todo las folclóricas hablan más de un folclore que es más del sur, entonces a veces nos pillaba como un poco a contrapié, porque aquí por supuesto que llegaban, o sea, desde luego que sí, estaban presentes en la misma tele que veíamos todo el mundo, en la misma revista La Pronto y Lola.

Todas esas estaban ahí esas señoras, archiconocidas, pero claro, supongo que el público no sería el mismo.

Se vendrían al País Vasco y también llenarían estadios seguramente, pero quizá pues había otra distancia, ¿no? Era otro rollo.

Sí, algo que no... Bueno, pues diferente, ¿no? Pero sin embargo sí que han estado muy muy presentes.

Y oye, pues yo creo que podríamos hacer un episodio sobre estas señoras, que nos estaban cantando Copla,