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Meditaciones diarias
1891. La suerte no existe (EDITADA)

1891. La suerte no existe (EDITADA) 34704p

14/5/2025 · 30:01
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Meditaciones diarias

Descripción de 1891. La suerte no existe (EDITADA) 5w2c3s

Meditación predicada en un Centro del Opus Dei el día de San Matías, Apóstol. Para un cristiano la suerte no existe, existe el cuidado amoroso de Dios. ¿Quieres anunciarte en este podcast? Hazlo con advoices.com/podcast/ivoox/874295 r255c

Lee el podcast de 1891. La suerte no existe (EDITADA)

Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.

Por la señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, libranos Señor Dios nuestro, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Señor mío y Dios mío, creo firmemente que estás aquí, que me ves, que me oyes.

Te adoro con profunda reverencia, te pido perdón de mis pecados y gracia para hacer con fruto este rato de oración.

Madre mía inmaculada, San José, mi Padre y Señor, ángel de mi guarda, intercede por mí.

Y hoy celebramos la fiesta de San Matías y nos encomendamos Señor ya desde el principio, le pedimos a San Matías ya desde el principio pues que que interceda por nosotros, que también queremos ser apóstoles como él delante tuya.

Matías fue ese apóstol que sustituyó a Judas, lo sabemos bien, después de que el Señor subiera a los cielos Pedro dice a los apóstoles que es necesario elegir a alguien más para completar el número de los doce, con una gran delicadeza al Señor y que también como buen judío, sabiendo el simbolismo que tenían los doce apóstoles, las doce tribus de Israel, el nuevo pueblo de Dios que iba a ser la iglesia.

Y sin duda, inspirado por el Espíritu Santo pues deciden elegir a alguien más. Y entonces la primera lectura de la misa nos dice que para elegir al sustituto de Judas tenían dos candidatos y lo que hicieron fue rezar al Espíritu Santo con esta oración Señor tú que penetras el corazón de todos ahora en el segundo día del decenario nosotros se lo podemos rezar también al Espíritu Santo Señor tú que penetras el corazón de todos muéstranos a cuál de los dos has elegido para que ocupe el puesto de este ministerio y apóstolado Bueno, hasta aquí pues es todo lógico porque qué cosa más natural que acudir al Espíritu Santo, al Espíritu de Jesucristo que había ascendido a los cielos pues para pedirles que les iluminara a ver quién quien elegía pero lo asombroso al menos para mí es que después de rezar lo que hacen es echarlo a suertes o sea, aquellos primeros hermanos nuestros tenían una una fe tan potente en la providencia divina que no pensaban que la suerte dependiera del azar o de supersticiones sino que pensaban que la suerte dependía absolutamente de Dios, es decir que la suerte no existía que lo que existía era la providencia de Dios, el cuidado de Dios y Señor la verdad es que a mí se me aparece y quizás a ti también lo has meditado muchas veces, se me aparece como una lección tan fundamental en la vida pensar que la suerte no existe, que lo que existe es tu amable voluntad los planes tuyos, los planes de Dios que se cumplen siempre contando con mi libertad, con la libertad de los hombres y por eso pues en aquella oración que tú nos enseñaste a rezar, muy al principio se dice hagase tu voluntad en la tierra como en el cielo y no rezamos esto para recordar a Dios cuál es para recordar qué es lo que tiene que hacer para cumplir su voluntad como una manera de alinear nuestra pequeña voluntad nuestra libertad con la gran voluntad con mayúscula con la gran libertad de Dios para dirigir nuestra voluntad hacia donde Dios quiere hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo Jefe la de estos primeros hermanos nuestros a los que nosotros siempre intentamos imitar como primeros cristianos, los primeros cristianos, nuestro padre San José María tantas veces nos dijo que nosotros pues veníamos a vivir lo que vivían los primeros cristianos, vamos a intentar vivir lo que vivían los primeros cristianos como toda la iglesia constantemente que una y otra vez va convirtiéndose y volviendo al origen, volviendo al origen con una mayor riqueza de doctrina quizás o con una mayor riqueza más que de doctrina de explicitación de la doctrina etcétera pero siempre volvemos al espíritu y miramos los ojos pues a ese libro tan maravilloso donde se nos cuenta cómo era el principio, los hechos de los apóstoles nuestros hermanos estaban convencidos de haber sido elegidos por Dios no solamente por la iglesia

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