13x22 - Videojuegos en Primera Persona que Revolucionarion la Industria | Análisis de DOOM: The Dark Ages 6l504s

Bienvenidos a Game Males, vuestro podcast sobre videojuegos y cultura pop en clave social en este 22º programa de la 13ª temporada. Volvemos tras un par de semanas de descanso para hablaros de aquellos videojuegos en primera persona, un género que tiene sus fans y sus atractores dentro de este programa.

Intentaremos traer punto de vista de todo el mundo y también queremos aprovechar esta temática para brindaros un análisis de Doom de Dark Ages, el cual he tenido el placer de poder jugar a lo largo de estas dos últimas semanas, lo he terminado, Rode lo acaba de empezar también, así que entre Rode y yo os iremos trayendo un poco Lo que nos ha parecido es sin spoilers, aunque tampoco hay mucho que spoilear porque la historia es totalmente secundaria, a nivel narrativo Doom nunca ha sido su punto fuerte, pero todo llegará al final de este programa y a lo largo del mismo, como hemos comentado en el bloque principal, hablaremos de aquellos videojuegos en primera persona que fueron una revolución para la industria, que sentaron las bases para otros títulos, que no copiaron pero adaptaron las mecánicas que nos trajeron al mundo de los videojuegos, estos títulos que en algunos casos fueron incluso las primeras espadas de sus respectivas franquicias.

Pero antes de todo esto, como siempre, hablaremos de los pequeños mini bloques que tenemos al principio del programa, no sin antes comenzar presentando a los que me van a acompañar en el día de hoy, uno ya está presentado, que no es otro que nuestra mano del reir, sino el Rode a tope. ¿Qué tal Carlos? ¿Cómo estás? Pues más liado que la pata de un romano para variar y muy a tope, con muchas ganas de hacer programillas y a disfrutar, como siempre. ¿Ya te has aclimatado de nuevo a a nuestra cultura europea de nuevo, como después de haber estado tanto tiempo en Japón? Pues más o menos, no sé si algún día me voy a acostumbrar. La verdad que se echa mucho de menos Japón y la cultura, como que ya prácticamente era japonés allí. Y bueno, se echa, se echa mucho de menos.

¿Quedan chuches todavía, golosinas, de las que te trajiste? Me quedan muchas chuches y mucha desilusión, porque la mayoría de cosas que me traje, entré el otro día a una tienda de Barcelona y estaba petado y dije, yo no sé para qué me traje una maleta entera de 30 kilos llena de chuches, si están todas aquí en Barcelona. Así que un poco decepcionado, pero ya sé el día que me entre la morriña, es a decir, se me han acabado los mochis y no sé, o los dorayakis, pues me paso por la tienda ese, me compro un par y ya está, y nos quitamos la morriña. Tenemos un ramen pendiente, acuérdate. Eso es, sí, sí, sí.

El día que termine de llegar el calor, hay que pasar. No sé si hay ramen fríos, pero en Japón había ramen frío.

Sí, hay sukemen y ramen fríos también, pero a mí no me llaman. Yo prefiero el caldo calentito, ahí bien, con todos los ingredientes, ahí durante horas. Lo prefiero, lo prefiero. Bueno, una cena así, en manga corta y en la calle, yo creo que ahora… He llegado a tomar ramen en agosto. He ido a tomar ramen en agosto, o sea que ya me da igual, sinceramente.

No es un problema, no es un problema. Muy bien, luego presentaremos… Para mí tampoco, en Japón estábamos igual así, o sea, tomando ramen hirviendo y hacía un calor terrible.

Sí, pero ahí están acostumbrados y la humedad…