03 El duelo por los amigos 38655b

Amigos, un podcast escrito y dirigido por Fernando Lumbreras.

Hay pérdidas que tienen rituales. Hay ausencias que el mundo se detiene a nombrar, que la sociedad reconoce, honra y acompaña. Hay despedidas para las que hay flores, abrazos, días de permiso. Pero también hay otras más calladas, más solitarias, que duelen en un rincón al que casi nadie se asoma. Entre ellas está la pérdida de un amigo.

Perder a un amigo, ya sea por la muerte o por una ruptura en la relación, es una experiencia devastadora y, sin embargo, pocas veces se le concede la dignidad de un duelo legítimo. El lenguaje social reserva la palabra duelo para las parejas, para los padres, para los hijos. Pero ¿qué hay de los amigos? ¿Qué ocurre con ese silencio tan hondo que se instala cuando la persona que conocía tu vida desde dentro ya no está? La amistad es, en muchos casos, la relación más duradera y estable en la vida de una persona. Nos cruzamos con ella en los pasillos de la infancia, la hacemos crecer con nosotros en los días luminosos de la juventud y la vemos mantenerse o desaparecer con los años.

A veces incluso sobreviven a los amores, a los matrimonios, a los trabajos, a las mudanzas. Y, sin embargo, cuando se rompen, se van sin hacer ruido, como si no merecieran el mismo lamento que las demás pérdidas. Como si el mundo no supiera todavía cómo llorar la amistad. Y es que nadie te enseña a hacer duelo por un amigo. No hay cartas de despedida, ni ceremonias, ni palabras rituales. Si la amistad se ha roto, muchas veces lo hace en silencio, a través de un distanciamiento gradual o de una herida que no supimos curar.

Si la amistad se pierde por la muerte, se convierte en un vacío que la gente asume que será más fácil de llevar, como si solo fuera un amigo, como si el vínculo no fuera tan profundo, tan íntimo o tan sagrado. Pero la verdad es que perder a un amigo puede doler con una intensidad abrumadora. ¿Por qué hay amigos que han sido testigos de nuestras primeras veces? ¿Cómplices de nuestras decisiones más difíciles? ¿Sostenes silenciosos en nuestros días más oscuros? ¿Por qué hay amistades que son hogar, y cuando ese hogar desaparece nos encontramos huérfanos de un lugar seguro? Una amistad verdadera no se construye solo con risas o anécdotas compartidas.

Se hace de silencios cómodos, de silenciosos.