#02- NOV 2024 - 3 HISTORIAS de MIEDO, SUSPENSE Y MISTERIO PARA DORMIR #terror #miedo #suspense 255f3a

Sueños tenebrosos el hotel dax recuerdo perfectamente la primera vez que escuché hablar del hotel dax era una noche lluviosa en la que buscaba desesperadamente un lugar donde quedarme había conducido durante horas perdido en caminos rurales que parecían no llevar a ninguna parte no tenías señal en el teléfono y el tanque de gasolina estaba peligrosamente bajo justo cuando comenzaba a resignarme a dormir en el coche lo vi un cartel gastado y casi ilegible que apenas se distinguía en la penumbra hotel dax habitaciones disponibles el letrero iluminado por un solo farol parpadeante colgaba de una verja de hierro oxidada el camino que conducía hacia el hotel estaba bordeado de árboles altos y oscuros que se cernían como figuras fantasmales en la noche no tenía otra opción así que gire el volante y comencé a avanzar por el sendero sintiendo un inexplicable peso en el estómago el hotel se alzaba al final del camino una estructura imponente de tres pisos con muros de piedra cubiertos de enredaderas y ve ventanas estrechas que parecían mirar directamente a mi alma no había otros coches en el aparcamiento ni luces encendidas que indicaran la presencia de otros huéspedes aún así decidí entrar la puerta principal chirrió al abrirse y un aire rancio como de algo olvidado hace mucho tiempo me envolvió al cruzar el umbral el vestíbulo era grande con un mostrador de recepción de madera tallada y un candelabro polvoriento colgando del techo a mi izquierda una escalera de madera subía serpenteando hacia los pisos superiores el suelo cubierto por una alfombra roja descolorida amortiguaba mis pasos mientras me acercaba al mostrador golpe el timbre que había allí y el sonido resonó en la bacía recepción pasaron unos segundos antes de que una mujer de avanzada edad apareciera desde una puerta lateral tenía el pelo blanco recogido en un moño apretado y su rostro estaba surcado por arrugas profundas pero lo que más me llamó la atención fueron sus ojos oscuros y penetrantes que me observaban con una intensidad inquietante bienvenido al hotel das dijo con una voz grave casi ronca cuánto tiempo planea quedarse sólo una noche respondí sintiéndome extrañamente incómodo bajo su mirada estoy de paso eso dicen todos murmuró casi para sí misma mientras tomaba una llave de un viejo detrás del mostrador me entregó la llave sin hacer más preguntas la habitación estaba en el tercer piso el número trescientos seis agradecí y me dirigí hacia la escalera pero antes de subir la mujer añadió algo que me puso los pelos de punta asegúrese de cerrar bien la puerta por la noche señor hay cosas en este hotel que no deben ser molestadas no sabía si lo dijo en serio o sólo intentaba asustarme pero su advertencia quedó grabada en mi mente mientras subía los escalones que crujían bajo mi peso el tercer piso estaba peor iluminado que el resto del hotel el pasillo era estrecho con una serie de puertas idénticas a ambos lados la alfombra aquí estaba aún más gastada y las paredes parecían haber absorbido años de humedad y silencio finalmente encon la habitación trescientos seis la puerta era de madera pesada con una cerradura que parecía tan antigua como el propio hotel entré y encendí la luz la habitación estaba decorada en un estilo que debió ser lujoso hace décadas pero ahora todo se veía triste y anti cuado la cama tenía un dosel polvoriento y las cortinas gruesas y pesadas apenas dejaban pasar la luz de la luna el aire estaba cargado con un ligero olor a humedad mezclado con algo que no pude identificar cerré la puerta y gire la llave recordar la advertencia de la recepcionista