01 - Nota Previa 3e6312

Memorias de amor y de guerra, autobiografía de Rafael Rosal, paz y paz, narración e interpretación, Giacomo Buonafina, nota previa, llevo 30 años tratando de contar esta historia, escribiendo en cuadernos, en pequeñas libretas, contando historias dentro de la historia, la he contado en tercera persona, la he contado a veces como guión cinematográfico, como cuentos independientes, por ahí he encontrado algún poema suelto, malo y cursi, por supuesto, es verse al espejo, pero en versión caleidoscópica, también ha implicado un trabajo de rastreo de esos escritos que afortunadamente se han salvado luego de tantas mudanzas y países.

En todo caso, al repasar lo escrito y recordarlo aún por escribir, me hace sentir tal cual escribí hace 20 años en un cuaderno, así es como he ido dejando los años atrás, incompletos, es algo así como una mediocridad innata insuperable.

La empecé a tratar de escribir en Cuba, siendo estudiante de cine entre 1988 y 1991, sabiéndome sobreviviente de una guerra a la que me prometí nunca volver.

Luego dejé de escribirla en mi estancia de cinco años en la Ciudad de México, entre 1991 y 1995, tal vez porque uno se acomoda cuando cree saber que no se va a morir mañana. La retomé en Guate luego de mi retorno en 1995 y la perdí teniendo ya 75 páginas escritas en una computadora que se murió sin avisar, y pensé ver en eso una señal para nunca escribirla.

Y es hasta ahora, luego de una esposa, tres hijos, tres países y un exilio más, que quiero finalmente cerrar este capítulo de mi vida, para poder caminar lo que me queda más ligero. Ha sido un exorcismo demasiado prolongado, una psicoterapia interminable.

Finalmente será una historia personal, que espero mis hijos lean, y ojalá y les sirva para navegar en la vida, y comprender por qué su padre es como es.

A ellos quiero decirles que sean siempre fieles a lo que piensan que es correcto hacer, que su camino sea uno de amor a la vida y de solidaridad con los demás.

Pero sin olvidar que su primera obligación es amarse a sí mismos, porque sólo así podrán amar a los demás. También quiero que sepan que mi mayor miedo al escribir estas memorias, es el miedo a ser considerado traidor a los ideales que buscaban alcanzar un mundo mejor para todos. Traidor a todas y todos los que dieron sus vidas en ese intento. Pero es traición señalar y denunciar a los que en su ciego afán de poder, se han olvidado que lo más importante es la vida de ese pueblo por el que dicen luchar.

Es traición renegar de las que dicen llamarse revoluciones, que se han convertido en dictaduras corruptas que reprimen y persiguen a los que piensan diferente.