Migraña: Cicatrices del 37, de Coquín Artero (Contenido Explícito) 6j60

25/04/2025

No era español. Ni hablaba bien el idioma. Pero eso no importaba. Norman Bethune llegó con un...

No era español. Ni hablaba bien el idioma. Pero eso no importaba. Norman Bethune llegó con un bisturí, una cámara…
y una urgencia que no entendía de banderas.

En memoria de Norman Bethune🖤
A todas las personas inocentes que perdieron la vida en aquella guerra. 🙏

✨ Un relato escrito por Coquín Artero y narrado por Olga Paraíso
Entre carreteras bombardeadas, madres huyendo con sus hijos y miles de personas atrapadas en el fuego cruzado, él llegó con una ambulancia, con sus manos, con esperanza.
🎙️ Voz: Olga Paraíso
🎼 Música cierre final: Epidemic Sound con licencia para este podcast Amazing Grace (Acapella Version) Sven Karlsson

Biografía Coquín Artero: Nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1979, El entorno urbano de la década de los años 80 marcó profundamente su estilo y formas como autor. El polígono de Jinámar, como lugar en el que desarrollar sus primeros estudios, marcó sus dinámicas de convivencia y le otorgó las primeras dosis de relativismo cultural.
Cursó estudios universitarios en la Universidad de Barcelona, la UNED y la UGR respectivamente aunque su oficio siempre estuvo orientado hacia las artes plásticas y escénicas, de tal forma que lleva 24 años trabajando de tatuador en su estudio de Gran Canaria.

✅Publicaciones:
Cuentos macabros Volumen I: historias de un apocalipsis zombi.
⚔️Crónicas ocultas del Puerto de La Luz: Compendio de relatos de terror y drama humano por entregas mensuales, con nueve fragmentos publicados y ambientadas en el puerto principal de Gran Canaria.
⚔️Cuentos macabros Volumen II: colección de relatos con origen en el desorden mental y el horror cósmico. Grapas mensuales de las que hay publicadas las cuatro primeras.
⚔️Huecos de un sueño roto: El Círculo de Lovecraft.
⚔️Las cavernas del destino y Ni un paso atrás: GTM
⚔️Carne con queso: revista Mordedor
⚔️En las entrañas de Kowloon: Windumanoth

https://www.amazon.es/stores/author/B09S5TFX2R

🗒BIO Olga Paraíso: https://instabio.cc/Hleidas

Si esta historia te ha cautivado y deseas unirte a nuestro grupo de taberneros galácticos, tienes la oportunidad de contribuir y apoyar mi trabajo desde tan solo 1,99 euros al mes. Al hacerlo, tendrás exclusivo a todos las historias para nuestros mecenas y podrás disfrutar de todas las historias sin interrupciones publicitarias. ¡Agradezco enormemente tu apoyo y tu fidelidad!. 🚀 🖤Aquí te dejo la página directa para apoyarme: 🍻

https://ivoox.descargarmp3.app//552842

🚀

Hija de Marte, Robert Heinlein (06/14) 1 mes 34:57 Muerte en la Vicaría (05/32), Agatha Christie 1 mes 14:08 No me llamo Tracy (07/10), El dinero no puede comprar el amor 28 días 15:59 Hija de Marte, Robert Heinlein (Cap. 7 y 8) 26 días 32:59 El Apagón: Armas Cibernéticas 28 días 24:31 Ver más en APP leí el comic de la desbanda hace un tiempo y me puso los pelos de punta. igual qué este relato magnífico. Vie, 09/05/25 17:26 Responder La guerra siempre será un escenario de dolor y desesperanza pero también de humanidad. Gracias Olga por tan maravilloso relato. Mié, 30/04/25 23:33 Responder Maestro, Coquín Artero. Mar, 29/04/25 11:23 Responder Potente. Gran trabajo Lun, 28/04/25 11:27 Responder Las palabras escritas que cobran vida en ti me transmiten la nobleza de quien acude sin pensar en sí mismo a ayudar, y, tristemente también el horror de la guerra. Dos rostros de la humanidad. Sublime. Gracias Olga, gracias Coquin Artero. Dom, 27/04/25 02:11 Responder Gran relato a la vez que lección de historia del maestro Artero, magnifica narración de la maestra paraíso para crear una audio imborrable, gracias a los dos por vuestro arte. Sáb, 26/04/25 08:54 Responder Me quito el sombrero ante Coquín y su pluma y la magnífica narración.🖤🖤🖤 Sáb, 26/04/25 08:13 Responder Coquín entrelaza la ficción y la realidad con crudeza bélica y Olga le da magia con su toque único y asombroso. Felicitaciones a ambos por este relato que entra en mi lista de favoritos. Sáb, 26/04/25 01:51 Responder Por todo lo que se mueve, todo lo que vuela, corre y repta. Eres capaz de convertir en logros los fallos de mi relato. muchísimas gracias, maestra. Pedazo de montaje, pedazo de canción final. Tienes un gusto que ya lo quisieran los frutos del bosque Sáb, 26/04/25 01:41 Responder El relato me encanta...es desolador, atroz, sobrecogedor, cruel, crudo, sangrante, describiendo con las tripas fuera, y con una mezcla de conmovedora, hermosa interpretación Olga, el brillo que desprende tu voz es un sonido de recogimiento, de serenidad, paz. En memoria de Norman Bethune y en homenaje a aquellas personas que priorizan la vida de los demás sobre las suyas propias. Alcanza lo más profundo del ser, como en la adversidad tan lacerante aparece la resiliencia: la capacidad de hacer frente, transformándolas en vivencias que hacen crecer. En situaciones extremas brota lo Mejor de nuestra humanidad amorosa, y esto emociona la mirada. En la humildad florece la virtud con inaudita belleza. En tiempos de supervivencia también surge lo Peor de nuestra naturaleza humana, todo es válido y valioso ante la destrucción, muerte. Los efectos sonoros caen como una lluvia torrencial de metralla y cala hasta los huesos. Y la canción que cierra...😍 Emocionada quedo 🥹. Coquín Artero ha sabido conjugar y mostrar lo mejor ♥️ y lo peor 💔 del ser humano convirtiendo el relato en descarnado y descarnante. Tu voz vasija de emociones "Enterraba los muertos de la guerra sin dejar de llorar sobre sus rostros. Todos tenían una carne, un sueño descuartizados, a sus pies oscuros. Los soldados deshechos, separados de la luz, bajo cruces de madera, no conocieron la sencilla muerte que le cierra los ojos a la vida. El héroe y la víctima, tendidos sobre la misma tierra lacerada, eran error, y lágrima, y recuerdo bajo un cielo candente todavía. De ciudades caídas fue extrayendo cadáver tras cadáver. Las ruinas le detallaban sus verdades muertas, sus corazones violados, rotos. Les daba a los heridos su palabra tan buena como el campo recién verde, pero no pudo recobrar sus trozos hundidos bajo un mar de sangre humana. (¡Tantos ojos perdidos, tantas manos, tantos pedazos de la vida, ausentes, tanto paisaje destrozado dentro para mirarlo siempre, sin olvido…!) Sacaba niños muertos de la hoguera. Abría toda puerta, todo campo de prisioneros, con sus mil espectros. Alojaba al horror en la mirada. Y lloraba, ¿la veis? ¿Veis cómo llora aún, sobre infinitas cicatrices? ¿La veis llorar mirando al horizonte con las lágrimas dulces de la vida…?" - María Beneyto - Sáb, 26/04/25 00:31 Responder 6k3670