LBN 38 - Desarrollo de las Guerras de la Unificación: Cronología Warhammer 40k 6252d

La Biblioteca Negra - Warhammer 40k

20/12/2024

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Había pasado semanas luchando en un campo de batalla donde tiránidos y orkos competían por la supremacía, aplastando a cualquier humano que se interpusiera en su camino. Las trincheras estaban en ruinas, la moral al borde del colapso. La última ofensiva había llegado. Por un lado, un enjambre tiránido liderado por un Tiránido Prime avanzaba con furia imparable. Por el otro, los orkos, liderados por el gigantesco Big Krasha, cargaban con sus buggies y wartraks, gritando su interminable “¡Waaagh!” mientras disparaban armas improvisadas. "¡Por el Emperador, no podemos mantener la línea!" gritó un soldado mientras los xenos se abalanzaban desde ambos lados. "¡Manténganse firmes!" rugió el sargento Dolmar, aunque incluso él sabía que estaban condenados. Krassus, sin embargo, no estaba dispuesto a morir sin luchar. Con una carga de demolición en la mano, avanzó hacia el Tiránido Prime, dispuesto a sacrificarse para ganar tiempo. Cuando llegó al borde de la trinchera, la situación parecía insalvable. Big Krasha estaba enzarzado en una brutal pelea con el Tiránido Prime, y el campo de batalla era un caos de explosiones, rugidos y gritos. Justo cuando Krassus se preparaba para cargar, un rugido ensordecedor resonó desde los cielos. Las nubes oscuras se rompieron cuando varias Thunderhawks descendieron, sus motores rugiendo como dragones enfurecidos. Del interior emergieron figuras gigantescas, envueltas en armaduras de jade y negro, con los símbolos de llamas grabados en sus hombreras. Los Salamandras habían llegado. El primero en aterrizar fue el Capitán T'varan, un coloso que portaba un martillo de trueno que brillaba con energía ardiente. A su lado, un Dreadnought avanzó con paso firme, su lanzallamas pesado escupiendo torrentes de fuego purificador que incineraron a decenas de tiránidos y orkos por igual. "¡Hermanos, purifiquemos esta mancha en nombre del Emperador y Vulkan!" tronó T'varan, mientras los Salamandras abrían fuego con sus bólteres pesados. Krassus observó con asombro cómo los Marines Espaciales transformaban el caos en un despliegue de poderío y precisión. Una escuadra de exterminadores teleportó directamente al centro del enjambre tiránido, eliminando guerreros tiránidos con disparos de bólter de asalto y explosiones de martillos de trueno. Big Krasha, lejos de asustarse, rugió con entusiasmo al ver a los nuevos oponentes. "¡Esto sí es una pelea buena!" gritó, mientras abandonaba su lucha con el Tiránido Prime y cargaba directamente contra T'varan. El Capitán Salamandra lo enfrentó con calma, esquivando el garrote improvisado de Big Krasha con movimientos precisos. Con un solo golpe de su martillo, la mandíbula del orko quedó hecha pedazos, pero Big Krasha siguió luchando, riendo incluso mientras su sangre verde chorreaba por el suelo. Mientras tanto, Krassus, viendo la oportunidad creada por los Salamandras, se lanzó hacia el Tiránido Prime. Esquivando las garras de la criatura, logró colocar la carga de demolición en su torso. Antes de que pudiera ser derribado, un Salamandra con un lanzallamas saltó entre ambos y lo cubrió con una barrera de fuego. "¡Retírate, soldado!" ordenó el Marine. Krassus apenas tuvo tiempo de obedecer antes de que el detonador hiciera su trabajo. La explosión destrozó al Tiránido Prime, causando que los xenos menores vacilaran brevemente. Fue el momento que los Salamandras aprovecharon para lanzar su contraataque final. Con el Tiránido Prime destruido y Big Krasha finalmente abatido por el Capitán T'varan, la balanza se inclinó a favor de la humanidad. Los orkos y los tiránidos restantes se masacraron mutuamente mientras los Salamandras lideraban a los sobrevivientes de la Guardia Imperial hacia una posición segura. Krassus, aunque herido, miró al Capitán T'varan con gratitud. "Gracias, señor… Nunca pensé que viviría para ver algo así." T'varan colocó una mano en su hombro, su voz grave pero cálida. "Tu sacrificio no será olvidado, soldado. Luchaste como un verdadero hijo del Emperador." --- En los días que siguieron, los Salamandras aseguraron Valgren-7, purificando el mundo manufactorum de la presencia xeno. En los registros del Imperio, el nombre de Krassus Vren fue inscrito junto al de los Salamandras, recordado como un ejemplo de valor humano en medio de lo sobrehumano. ---El Último Aliento de Krassus Krassus Vren era un soldado de la Guardia Imperial, uno entre miles en el mundo manufactorum de Valgren-7. Había pasado semanas luchando en un campo de batalla donde tiránidos y orkos competían por la supremacía, aplastando a cualquier humano que se interpusiera en su camino. Las trincheras estaban en ruinas, la moral al borde del colapso. La última ofensiva había llegado. Por un lado, un enjambre tiránido liderado por un Tiránido Prime avanzaba con furia imparable. Por el otro, los orkos, liderados por el gigantesco Big Krasha, cargaban con sus buggies y wartraks, gritando su interminable “¡Waaagh!” mientras disparaban armas improvisadas. "¡Por el Emperador, no podemos mantener la línea!" gritó un soldado mientras los xenos se abalanzaban desde ambos lados. "¡Manténganse firmes!" rugió el sargento Dolmar, aunque incluso él sabía que estaban condenados. Krassus, sin embargo, no estaba dispuesto a morir sin luchar. Con una carga de demolición en la mano, avanzó hacia el Tiránido Prime, dispuesto a sacrificarse para ganar tiempo. Cuando llegó al borde de la trinchera, la situación parecía insalvable. Big Krasha estaba enzarzado en una brutal pelea con el Tiránido Prime, y el campo de batalla era un caos de explosiones, rugidos y gritos. Justo cuando Krassus se preparaba para cargar, un rugido ensordecedor resonó desde los cielos. Las nubes oscuras se rompieron cuando varias Thunderhawks descendieron, sus motores rugiendo como dragones enfurecidos. Del interior emergieron figuras gigantescas, envueltas en armaduras de jade y negro, con los símbolos de llamas grabados en sus hombreras. Los Salamandras habían llegado. El primero en aterrizar fue el Capitán T'varan, un coloso que portaba un martillo de trueno que brillaba con energía ardiente. A su lado, un Dreadnought avanzó con paso firme, su lanzallamas pesado escupiendo torrentes de fuego purificador que incineraron a decenas de tiránidos y orkos por igual. "¡Hermanos, purifiquemos esta mancha en nombre del Emperador y Vulkan!" tronó T'varan, mientras los Salamandras abrían fuego con sus bólteres pesados. Krassus observó con asombro cómo los Marines Espaciales transformaban el caos en un despliegue de poderío y precisión. Una escuadra de exterminadores teleportó directamente al centro del enjambre tiránido, eliminando guerreros tiránidos con disparos de bólter de asalto y explosiones de martillos de trueno. Big Krasha, lejos de asustarse, rugió con entusiasmo al ver a los nuevos oponentes. "¡Esto sí es una pelea buena!" gritó, mientras abandonaba su lucha con el Tiránido Prime y cargaba directamente contra T'varan. El Capitán Salamandra lo enfrentó con calma, esquivando el garrote improvisado de Big Krasha con movimientos precisos. Con un solo golpe de su martillo, la mandíbula del orko quedó hecha pedazos, pero Big Krasha siguió luchando, riendo incluso mientras su sangre verde chorreaba por el suelo. Mientras tanto, Krassus, viendo la oportunidad creada por los Salamandras, se lanzó hacia el Tiránido Prime. Esquivando las garras de la criatura, logró colocar la carga de demolición en su torso. Antes de que pudiera ser derribado, un Salamandra con un lanzallamas saltó entre ambos y lo cubrió con una barrera de fuego. "¡Retírate, soldado!" ordenó el Marine. Krassus apenas tuvo tiempo de obedecer antes de que el detonador hiciera su trabajo. La explosión destrozó al Tiránido Prime, causando que los xenos menores vacilaran brevemente. Fue el momento que los Salamandras aprovecharon para lanzar su contraataque final. Con el Tiránido Prime destruido y Big Krasha finalmente abatido por el Capitán T'varan, la balanza se inclinó a favor de la humanidad. Los orkos y los tiránidos restantes se masacraron mutuamente mientras los Salamandras lideraban a los sobrevivientes de la Guardia Imperial hacia una posición segura. Krassus, aunque herido, miró al Capitán T'varan con gratitud. "Gracias, señor… Nunca pensé que viviría para ver algo así." T'varan colocó una mano en su hombro, su voz grave pero cálida. "Tu sacrificio no será olvidado, soldado. Luchaste como un verdadero hijo del Emperador." --- En los días que siguieron, los Salamandras aseguraron Valgren-7, purificando el mundo manufactorum de la presencia xeno. En los registros del Imperio, el nombre de Krassus Vren fue inscrito junto al de los Salamandras, recordado como un ejemplo de valor humano en medio de lo sobrehumano. --- Jue, 26/12/24 06:42 Responder hojala sacaran minis de los guerreros de hierro i de tecnobarbaros Mié, 25/12/24 22:50 Responder Como siempre, un gusto de programa. Feliz Sanguinala y que el Emperador os proteja. pd: ha subido a YouTube el perfil de Warhammer un villancico animado protagonizado por las adeptas sororitas. Sáb, 21/12/24 12:24 Responder Buenísimo programa, se me iban poniendo los pelos de punta según avanzabas en la cronología desde que dices gaduaré, y 50 años más tarde,,, Enhorabuena de verdad, estás haciendo unos programas muy buenos. Sáb, 21/12/24 11:13 Responder Digo lo mismo que Yoren en el segundo que salió la notificación de que el programa era tuyo me puse a escucharlo y saludos desde Rosario (sería alguna molestia si te pidiera que expliques un poco más sobre el tema de los dioses aeldari si es posible y feliz navidad (: ) Sáb, 21/12/24 06:07 Responder saludos, ardinwe. qué bueno tener otro programa tuyo. un abrazo, crack 😎👍🏾 Vie, 20/12/24 10:48 Responder Macho, que alegría me ha dado ver qué hay nuevo programa, igual me hago maratón estás navidades, que ya hay un montón de audio entradas en esta enciclopedia de los elfos del espacio. ¡Un abrazo! Vie, 20/12/24 10:27 Responder 3n4i2r