
La Engañaron con un Novio Falso… y Nunca Volvió | El Caso Renae Marsden 28h1v
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Renae Marsden tenía 20 años y toda una vida por delante, hasta que cayó en una cruel trampa emocional. Durante años, mantuvo una relación amorosa virtual con “Brayden Spiteri”, un supuesto joven que en realidad… nunca existió. Este caso de catfishing terminó en tragedia cuando la verdad salió a la luz y Renae tomó una decisión devastadora. ¿Quién estaba detrás de la mentira? ¿Por qué nadie fue condenado? Hoy te cuento la historia real de un engaño que costó una vida. 1h52b
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Bienvenidos, bienvenidas al Archivo de María.
¿Os habéis parado a pensar lo fácil que es hoy en día conocer a alguien sin salir de casa? Basta con una aplicación, una red social o simplemente un mensaje para que alguien entre en tu vida.
Y sí, a veces es una historia que puede terminar bien, pero ¿qué pasa cuando la persona que crees conocer no es quien dices ser? Hoy vamos a hablar de uno de esos casos que empiezan con mucha ilusión y acaban en tragedia.
Un engaño en Internet que fue mucho más allá de lo que cualquiera podría imaginar.
Así que si os interesan los casos reales y las historias que te dejan pensando, quedaos porque este caso os va a dejar con la boca abierta.
Pasó en Australia en 2013 y aunque no quiero hacer spoiler desde el principio, ya os aviso de que es un caso bastante impactante y difícil de creer.
Así que empezamos.
Todo empieza en 2010 con Renée Marsen, una chica de 18 años que vivía en Sydney con su familia.
Estaba estudiando para ser peluquera y tenía una relación muy especial con su madre, Teresa.
No solo eran madre e hija, eran cómplices, amigas.
Por lo que se cuenta, era una chica bastante cercana a los suyos.
Ese año Renée descubrió que su novio, con quien llevaba dos años, le había sido infiel.
Aunque él lo negó todo, ella tenía pruebas.
Así que la cosa no coló.
Por suerte, Renée no tardó mucho en reponerse y poco después le contó a su madre que estaba ilusionada de nuevo porque había conocido a un chico.
Ese chico se llamaba Bryden Spiteri.
Tenía 23 años y parecía el chico ideal.
Quien los presentó fue Camila Zeidan, la ex de Bryden y además la mejor amiga de Renée.
Lo hizo por ayudarle a pasar página tras la ruptura.
Lo que nadie se imaginaba era que su nuevo novio o su nueva relación iba a dar un giro bastante oscuro e inesperado.
Camila le contó a Renée que en el pasado ella había tenido algo con Bryden pero que no tenía ningún problema en que ahora ella estuviera con él.
Para demostrar que todo estaba bien, Bryden empezó a mandarle fotos a Renée y en una de ellas aparecía con Camila.
A Teresa, la madre de Renée, esto no le hizo ninguna gracia.
Cuando su hija le enseñó las fotos, le dio la impresión de que Bryden y Camila seguían juntos.
Pero al final decidió no decir nada porque Renée, su hija, parecía tan feliz y animada después de su anterior ruptura que prefirió no aguarle el momento.
Durante semanas Renée y Bryden no paraban de hablar.
Todo el rato se mensajeaban, estaban super enganchados al móvil el uno como el otro pero había algo bastante raro.
Por más que intentaban quedar en persona, siempre pasaba algo.
Que si había un problema familiar, que si se encontraba mal...
Siempre tenía alguna excusa para no quedar con Renée.
Al final dejaron de insistir en conocerse cara a cara y se centraron en su relación a través del móvil.
Fueron pareja digitalmente durante casi un año.
Todo parecía ir bien hasta que en enero de 2012 ocurrió algo muy grave.
Renée recibió un mensaje de Bryden contándole que había tenido un accidente de moto que él había salido con vida pero que su mejor amigo Ronnie no tuvo la misma suerte y pues perdió la vida en el acto.
A lo largo de los días Bryden fue actualizándole todo lo que le iba pasando a Renée.
Lo más duro vino cuando le dijo que el juez había determinado que el accidente se debió a una conducción imprudente.
Como resultado, fue condenado por homicidio a un voluntario dos años de cárcel sin ningún derecho a visita.
Pero incluso eso no frenó la relación.
Según le contó Bryden, su familia había conseguido meterle un teléfono en prisión.
Así que podrían seguir hablando como siempre, como si no hubiera pasado nada porque total, no se veían cara a cara, era por el móvil, así que si él estaba en la cárcel tampoco había ningún impedimento en que siguieran hablando.
Durante el tiempo que Bryden estuvo en prisión, la relación se volvió muy intensa.
Hacían planes para el futuro y hasta hablaron de casarse con él.
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