⚠️COVID19, PSYOPS y la Guerra por la Tecnocracia Cap 1-2- David A. Hughes 2021 (Neurocontrol cognitiva) 6v545

COVID-19, Operaciones Psicológicas y la Guerra por la Tecnocracia.

Por David A.

Júguez.

2021.

Facultad de Ciencias Sociales y Políticas.

Universidad de Lincoln, Reino Unido.

Volumen 1.

Capítulos 1 y 2.

Hola.

Ahora tiene a su alcance la oportunidad de disfrutar de la audio-neurotecnología que nos ha ayudado en la elaboración del podcast.

El libro explora cómo la operación denominada COVID-19 fue utilizada como una herramienta de guerra psicológica a gran escala, diseñada para desarmar mentalmente a la población y facilitar la transición hacia una dictadura tecnocrática global.

Inspirándose en tácticas históricas de control social empleadas por instituciones como el Tavistock Institute, así como en experimentos de modificación de conducta, los autores argumentan que esta campaña coordinada buscaba no solo imponer medidas de confinamiento y vacunación masiva, sino también alterar permanentemente la percepción de la realidad y socavar la resistencia social.

A través de un análisis exhaustivo se revela cómo las élites transnacionales han utilizado el miedo, la desinformación y tecnologías emergentes como el 5G para establecer lo que podría ser descrito como un sistema de control biodigital, una guerra invisible cuyo objetivo final es la dominación total sobre la humanidad.

Este trabajo invita a reflexionar críticamente sobre los métodos empleados durante este periodo y sus implicaciones a largo plazo para la libertad individual y la democracia.

Audio Spy, Enivox.com CAPÍTULO 1.

INTRODUCCIÓN.

CONTRA REVOLUCIÓN PERMANENTE TECNOCRACIA Y LA TERCERA GUERRA MUNDIAL.

El primer capítulo del libro de David Hugues introduce el concepto de una guerra de clases global no declarada que comenzó en 2020 con el objetivo de desmantelar la democracia liberal para establecer un sistema de tecnocracia global.

Este nuevo régimen se describe como una forma de totalitarismo biodigital que amenaza con esclavizar a la humanidad mediante tecnologías biométricas, vigilancia constante, monedas digitales emitidas por bancos centrales y sistemas de crédito social inspirados en China.

Hugues argumenta que esta transición representa la Tercera Guerra Mundial, aunque no se parece en nada a las dos guerras mundiales anteriores.

En lugar de combates físicos abiertos, esta guerra se libra mediante lo que él llama Omnivar-Guerra Omnidominio, es decir, una guerra clandestina que se desarrolla en todos los ámbitos posibles, psicológico, económico, tecnológico, mediático y biológico.

La operación conocida como COVID-19 es presentada como la campaña inicial de esta guerra, siendo la mayor operación de guerra psicológica de la historia.

Su propósito era debilitar la resistencia pública al cambio hacia la tecnocracia mediante técnicas de menticide, destrucción mental que desmoralizaban, desorientaban y debilitaban a las poblaciones.

El autor enfatiza que esta operación no sólo buscaba controlar a las personas psicológicamente, sino también prepararlas para aceptar medidas físicas como las vacunas, las cuales podrían tener propósitos más allá de la salud pública, como convertirse en plataformas de armamento o sistemas de control biométrico, esto se explora en capítulos posteriores.

El capítulo también contextualiza históricamente este conflicto, señalando que durante más de 150 años, las élites transnacionales han utilizado métodos brutales para reprimir movimientos sociales progresistas, desde las guerras mundiales hasta el fascismo y el totalitarismo.

Después de la Segunda Guerra Mundial, estas élites emplearon contra insurgencias encubiertas contra las poblaciones occidentales bajo pretextos como la Guerra Fría.

Con el tiempo la represión evolucionó hacia formas más sofisticadas, utilizando infraestructuras como el ARPANET, precursor de Internet, para vigilar y controlar a las masas.

Finalmente Huguet señala que el fracaso del paradigma de seguridad anterior, guerra contra el terror, y la crisis del sistema monetario internacional en 2019 crearon las condiciones para un cambio hacia un nuevo modelo de control social basado en la bioseguridad.

La pandemia de COVID-19 ya sea real o simulada, sirvió como excusa perfecta para implementar este nuevo régimen.

A partir de marzo de 2020 las operaciones de baja intensidad contra las poblaciones occidentales dieron paso a una guerra psicológica frontal, eliminando cualquier vestigio significativo de la pandemia.