#232 Cómo transformar tu carrera con IA y datos | Sebastián Barajas – Fundador de Ubiqum v6e5i

Los mejores programadores del mundo se hackan de la avenida de la Universidad.

Hoy en Disney Leaders tengo el placer y el honor de viajar hasta Barcelona para hablar con una persona a la que conocí hace muchos años, aunque ninguno de los dos nos hemos puesto de acuerdo donde nos vimos, pero en algún momento de la conversación saldrá.

Él es Sebastián Barajas, CEO y fundador de una compañía que se llama Ubicum Code Academy, y con el que voy a hablar de un montón de cosas de las que él sabe y yo obviamente no.

Bienvenido Sebastián, qué gusto tenerte aquí.

Gracias, un placer Raúl, gracias por tenerme en tu sesión.

Oye, cuéntame, ¿qué es esto de Ubicum Code Academy? Yo he estado mirando y tiene que ver con el mundo de la digitalización en las empresas, de la formación en capacidades digitales, ¿no? Pero cuéntame un poco, ¿cómo surge este tema en 2016? Sí, fíjate, mira, a mí este tema de la formación es un tema vocacional.

Incluyó hasta la dinamecto.

Pero no he sido profesor nunca, o sea, no soy un académico ni he sido profesor.

He sido consultor muchos años y he estado en el mundo de la consultoría.

Y esto en origen, yo empecé en los años 80 con una empresa que en aquellos años no se llamaba, no habían emprendedores, pero tres amigos fundamos una empresa.

Y en una época, que fueron los años 80, en donde en España, diríamos, aparecieron, ¿no?, en España, en el mundo, IBM, la empresa de hardware de la época, sacó unos modelos 34, 36, 38, S400.

Fue una década, del 80 al 90, donde las empresas medianas y pequeñas se automatizaron.

O sea, ahora estamos hablando de transformación digital, pero la primera ola de transformación digital en España fue en los años 80.

Y nosotros desarrollamos, la empresa se llamaba CNC Consultores, desarrollamos unas aplicaciones, unos programas de software, hoy se verían muy primitivos, pero en aquella época funcionaban, para automatizar los departamentos financieros de las empresas.

Un tema relativamente sofisticado, gestión de tesorería, cuentas a cobrar, cuentas a pagar.

Pensemos, era una España que en los años 80, a principios de los 80, pues salíamos de la época franquista, que habíamos un cierto retraso.

Las empresas, el management no estaba, no habían escuelas de negocios.

Quiero decir que eran departamentos de istración que pasaban a ser departamentos de gestión.

Esa era la idea, y nosotros aportábamos el software.

Y ahí empecé, yo era muy joven, pero cuando implantábamos sistemas, empecé a darme cuenta de lo difícil que era que la gente realmente cambiase sus comportamientos.

O sea, aprendiese a hacer cosas distintas.

Pero no tenía respuestas, y allí pues nada, nosotros hacíamos lo clásico, algunas sesiones de formación, etcétera, pero eso quedaba allí.

Los proyectos siempre quedaban muy por debajo de las expectativas.

Poníamos un sistema de gestión de cuentas a cobrar con una cierta sofisticación y veíamos que al final el departamento seguía pues nada, pues punteando los debes y haberes y tal, sin hacer una gestión proactiva, y eso costaba mucho.

Entonces esta empresa en el año 89 la compró Arthur Andersen.

En el momento en que Arthur Andersen se dividió en Arthur Andersen y Andersen Consulting.

Andersen Consulting después se convirtió en Accenture y Arthur Andersen desapareció.

Por temas del escándalo Enron, los que somos de la época nos acordaremos, los más jóvenes posiblemente nos acuerden.

Y en Andersen Consulting, que le vendimos la compañía y nos incorporamos, coincidió que allí se abría una división nueva porque habían detectado el mismo problema, o sea, unas inversiones muy fuertes en tecnología y un aprovechamiento bajo, o sea, el factor humano fallaba.

Y esa nueva línea de negocio que se llamó Change Management, pues yo me incorporé.

Dejé la tecnología pura para incorporarme a la división esta de Change Management de nueva creación.

Y trataba precisamente de esto, o sea, qué cosas hay que hacer en las personas para que haya una transformación, una transformación efectiva.

Que las inversiones, las fuertes inversiones en tecnología, etcétera, diríamos, rindan el resultado esperado, que sólo por la mera implantación de tecnología no sucedía.

Y dentro de esta división se abrió, se financió un proyecto en la Northwestern University en Chicago que se denominó The Institute for the Learning of the Brain.