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No me cuentes cuentos
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Capítulo 17. Los terrores nocturnos. Todo lo que no sé de mí

Capítulo 17. Los terrores nocturnos. Todo lo que no sé de mí 6w5w2i

25/8/2024 · 06:32
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No me cuentes cuentos

Descripción de Capítulo 17. Los terrores nocturnos. Todo lo que no sé de mí 66b2q

Lucía vuelve a recaer en las pesadillas y los terrores nocturnos que le persiguen cada noche. Ya disponible todos los capítulos de la novela romántico emprendedora de Raquel Valle, Todo lo que no sé de mí 3q646x

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Capítulo diecisiete me encontraba en un dormitorio completamente blanco el único punto de luz era una pequeña ventana a la derecha de la estancia un estor tapa la claridad tan solo permitiendo traspasar algunos rayos de la luz del sol al fondo una cama individual de noventa con un forro de colchón color arena invitaba al descanso la almohada ya sea mullida a la espera de que alguien reposará sobre ella los pensamos antes del final de un día me acerco con curiosidad esperando descubrir algún elemento en aquella habitación lúgubre y solitaria me siento intentando alcanzar ver un poco más allá pero la niebla no me lo permite estoy tan cansada que decido acomodar mi cabeza sobre la almohada de repente todo se para como si alguien hubiese puesto en pausa mi vida y mi cuerpo no me puedo mover entonces comienzan a venir hacia mí sombras negras como dementores criaturas oscuras siniestras y sin alma que buscan atrapar mi luz están sobre mí vigilándome queriéndome arrastrar hacia la sombra se van sumando cada vez más hay tres una mano pretende apropiarse de mi cuello sus cuerpos flotantes salieron eran con el mío paralelamente sobre el colchón no puedo respirar no puedo moverme no puedo despertarme mi grito aterrador ocasiona que me despierta a mí misma y también a la mitad del vecindario me reincorporo bañada en sudor y me siento en el borde de la cama miro hacia atrás en busca de víctor no es nadie y pienso que al menos sus ojos vigilantes ya nos encuentran al otro lado de la almohada me cuestiono si víctor tendría la relación con los dementores al tener en común la habilidad de despertar en mí el sentimiento de tristeza y apagar mi luz era un vampiro energético que se alineaba de autoestima seis vueltas en la cama más tarde decido visitar la cocina y prepararme una valeriana mao consciente de la importancia de poner remedio a los terrores nocturnos que me acompañan cada noche el estrés se estaba haciendo dueño y señor de mi salud mental y me impedía compartir noches con otras personas me revolvía entre las sábanas y gritaba dejando a candela al choque y al borde de un infarto incluso llegando a proporcionarle un tortazo involuntario durante mi infancia en porosidad estuvo a punto de caer por la ventana de mi dormitorio me rescató el frescor de la brisa hay algún ángel de la guarda decidió que aún no era el momento de irme desde aquel suceso mi abuela cerraba las puertas y ventanas de la casa calicanto como una fortaleza la casa se convirtió la compra en la competencia de la muralla la ciudad de troya mientras daba los últimos sorbos a la taza de valeriana llevaron a varios amy varios recuerdos de mi madre a pesar de todo la echaba de menos el calor de la infusión me permitió dormir un par de horas transcurría una mañana bajo la ducha esperando que el agua arrastrase mi dolor y se lo llevase por el sumidero en ocasiones sentía de nuevo un pinchazo en el corazón y un vacío que no podía ser llenado con nada ni nadie era un hueco que sólo podía ocupar ella o quizás la imagen que yo había dibujado mi mente esperando reacciones reconocimiento que nunca llegaron era como un avión fuera de la obra que aterrizada en otra pista por causas meteorológicas por causas adversas que se escapaban a nuestro control en ciertos momentos me invadía la esperanza de que algún día me hubiese apoyado mis proyectos erradicando con esos silencios que se apoderaban de la conversación cuando le contaba un logro un silencio que duraba un parpadeo la lin espacio tiempo pero que mi mente se tornaba eterno su frustración o provenía de que no fuere igual al resto de niñas mi frustración tampoco el verdadero origen radicaba mi valentía en mi fuerza para experimentar la vida en anteponer la dominación a la sumisión al sumergirme en un destino que no era para mí crearme un personaje que dictaba completas mente de la realidad necesito tener un enemigo al que demostrar o quizás crear un ovni mente para mantenerme motivada quizás para tener alguna razón por la que levantarme y lograr mi objetivo mi gasolina durante todos estos años había sido el desdén de mi madre y su falta de fe en mí ahora que ya no estabas sabrían dos nuevas bifurcaciones en camino hacia el desarrollo personal buscarme otro enemigo al que demostrarle todo lo que eras capaz de lograr por mi misma o romper con ese patrón había llegado el momento en el que debía buscar la aprobación y el reconocimiento dentro de mí aceptaba ser la oveja negra y rebelde que se negaba a seguir un camino trazado por personas secundarios secundario sin guion en mi círculo cromático intentaba escapar de triángulos amorosos y mentes cuadradas cortando las etiquetas impuestas por la sociedad como describir entonces sin adjetivos ni etiqueta nos convertimos en sujeto y predicado sin identidad viviendo en el filo del precipicio con miedo a dejarnos caer era un hecho que en el fondo la solución radicaba en desprenderme del miedo a soltar en dejarnos caer en sentir hasta el más mínimo ápice de dolor llegando a sus máximos insospechados para luego resistir desde ahí podríamos descubrir realmente de qué estábamos hechos quizá fuese el miedo a ser libre el que me hacía volver a ella para que me atrapase en su jaula de oro blanco y rosado el lugar donde ambas sentíamos protección yo pretendía que ella fuese mi caja fuerte mi lugar seguro ella por su parte se aseguraba de no sentir dolor si me llegaba a pasar algo en un mundo tan crudo y despiadado nuestra relación se extrapola va a sacar a un pez del agua para cuidarlo con el desconocimiento de casi todos

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